Más de un millar de vecinos de Alcobendas exigen la liberación de Anabel Segura
"Que nos la devuelvan, que la necesito". Con estas palabras, al borde de las lágrimas, de la madre de Anabel Segura terminó ayer la segunda marcha convocada por la Comisión Pro Liberación de la estudiante de 22 años, en la que participaron más de un millar de vecinos de Alcobendas (82.000 habitantes). El tío de la joven secuestrada hace 364 días, Alfonso Segura, cubrió a pie con los manifestantes los siete kilómetros que separan la plaza del pueblo de Alcobendas de la urbanización Intergolf, en La Moraleja, donde reside la familia de Anabel. El portavoz de los familiares, el abogado Rafael Escuredo, insistió en instar a los secuestradores a ponerse en contacto con ellos directa o indirectamente. Alfonso Segura ofreció para este 5n su residencia en Ciudad Real y agradeció a María Angels Feliú, la farmacéutica de Olot, que dedicase palabras de ánimo a la estudiante madrileña. En la pancarta que encabezaba la manifestación destacaba el lema de esta segunda marcha de solidaridad: "Un año sin Anabel, basta ya". La portaban los representantes de las 20 asociaciones ciudadanas que forman la comisión, Escuredo y el alcalde de Alcobendas, el socialista José Caballero. También asistieron los diputados del PP Rodrigo Rato e Isabel Tocino.
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Un tío de Anabel ofrece la residencia familiar de Ciudad Real para negociar con los secuestradores
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Tras la cabeza de la marcha, un grupo de chavales desfiló con sus carteles, en los que, junto a unas montañas y una paloma, habían dibujado la cara de Anabel y escrito los lemas: "Los niños quieren la libertad para Anabel", "Anabel, pronto en tu casa, seguro".
La Policía Local de Alcobendas cortó durante el paso de los manifestantes la carretera de Barajas, la M-110. La marcha continuó después por el Arroyo de la Vega, hasta llegar a la urbanización de La Moraleja. Muchos de los vecinos lucieron en sus solapas pegatinas con la foto de la joven secuestrada y un lazo amarillo, un símbolo importado de Estados Unidos, que suele colocarse en un árbol del jardín cuando un familiar está lejos para que vuelva pronto. La Guardia Civil ofreció coches escoba para los vecinos fatigados por la larga manifestación. El regreso al municipio de Alcobendas se desarrolló en autobuses fletados por el Ayuntamiento.
Alfonso Segura se desplazó desde Ciudad Real -donde su hermano, el padre de Anabel, pasa todos los fines de semana con su familia- para asistir a la marcha y aseguró que los padres de la estudiante mantienen la paciencia y la fe.
"La nuestra es una familia cumplidora de sus obligaciones y de su palabra, y lo que sí es cierto es que el compromiso que se contraiga será totalmente respetado", manifestó, a la vez que ofrecía Ciudad Real, "un lugar mucho más tranquilo", como posible punto para la liberación. "Mi hermano no arriesgaría a su familia ni a su hija por segunda vez incumpliendo un compromiso que para él sería importante. Los secuestradores deben estar tranquilos y hacer las cosas sin que se produzca ningún perjuicio para nadie", insistió el tío, quien, sin embargo, negó tajantemente estar al tanto de si había posibilidades de llegar al acuerdo de pagar después de la puesta en libertad.
Escuredo manifestó que la liberación de la farmacéutica de Olot les daba nuevos ánimos, aunque, en su opinión, en ambos casos se trata de dos grupos de delincuencia organizada totalmente diferentes, aunque los procedimientos fuesen similares: "Secuestro de larga duración [el de Anabel se produjo el 12 de abril de 1993, cuando hacía footing], muchos contactos al principio y un largo silencio después, tras enviar una cinta con la voz de la secuestrada [el último contacto fue el 22 de junio pasado] y los dos son por dinero".
Sobre la iniciativa del Ministerio del Interior de facilitar un teléfono 900 para quien pudiera suministrar pistas, Escuredo declaró que lo único que sabía es que se habían recibido 200 llamadas y que la policía estaba investigando algunas.
Tras dos horas de marcha, los manifestantes llegaron a las puertas de la urbanización Intergolf, donde escucharon las palabras de agradecimiento del padre de Anabel, Antonio Segura: "Quiero agradeceros el apoyo que nos habéis dado durante estos 364 días interminables. Sin ese apoyo sería todavía más difícil.
40.000 firmas
"Ójala que estas palabras te lleguen y hagan que tu risa vuelva a florecer", dijo la portavoz de la comisión Pro Liberación, que ha reunido 40.000 firmas de apoyo. La comisión ha organizado ya dos marchas, varias concentraciones y un recital de poesía para pedir su libertad. Mañana hará un año que Anabel falta de su casa.
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