Palestinos e israelíes ultiman un acuerdo para la protección de los habitantes de Hebrón

Ni Israel ni la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) quisieron confirmar ayer la consecución en El Cairo, de un acuerdo para el establecimiento de un mecanismo internacional con la misión de proteger a los árabes de Hebrón tras la matanza del 25 de febrero. Al parecer, sólo falta la firma del Gobierno israelí y la OLP, que han preferido seguir guardando el misterio hasta que sea rubricado para evitar reacciones adversas. Fuentes cercanas a la delegación palestina indicaron en la madrugada del miércoles que, tras dos días de intensas negociaciones secretas en El Cairo, habían acordado la presencia de 100 policías palestinos en Hebrón, aunque continuaba sin resolverse la cuestión del tamaño, la nacionalidad y atribuciones del cuerpo de observadores internacionales. Sin embargo, en la tarde de ayer, un portavoz de la OLP en Túnez declaró, sin más explicaciones: "No se ha llegado a ningún acuerdo". Israel guardó silencio.

En medio de estos informes contradictorios sobre el verdadero desarrollo de las negociaciones, las delegaciones palestina e israelí volvieron a reunirse ayer en El Cairo. A ellos se unió el ex comandante militar de Gaza, coronel israelí Yom Tov Samia, lo que viene a dar fuerza a la tesis de que el acuerdo ya se ha alcanzado. Además, aunque los funcionarios israelíes se abstuvieron de comentar el resultado de las negociaciones, trataban claramente de dar la impresión de que las reuniones de El Cairo realmente ya han producido frutos.La agencia palestina de noticias Wafa indicó que el líder de la OLP, Yasir Arafat, había convocado a los embajadores de Rusia y Estados Unidos para que transmitieran a sus Gobiernos -como copatrocinadores del proceso de paz en Oriente Próximo- los pormenores del acuerdo. En medios palestinos se decía anoche que la OLP ha aplazado tácticamente el anuncio del pacto para evitar reacciones adversas. Ayer los palestinos conmemoraron el Día de la Tierra, una de las fechas más significativas de su calendario y para la OLP habría resultado políticamente contraproducente aparecer estrechando la mano de los israelíes.

Sin mencionar números, Moshe Shahal, el ministro israelí de Policía declaró a Radio Israel que los agentes palestinos, equipados de armas ligeras para defensa propia, formarían parte de patrullas conjuntas con policías israelíes y observadores internacionales.

El establecimiento de un mecanismo capaz de proteger a los 110.000 palestinos de Hebrón frente a los excesos del Ejército y de los colonos armados de los asentamientos judíos dentro del pueblo y la vecina localidad de Kiryat Arba es un elemento esencial para la reanudación de las negociaciones de paz suspendidas desde la matanza. Israel y la OLP están ansiosos por llevar a la práctica el proyecto de paz firmado en Washington en septiembre pasado y que prevé la retirada de las tropas israelíes de Gaza y Jericó hacia el 13 de abril. Los líderes palestinos e israelíes están conscientes de que un nuevo retraso va a erosionar aún más el apoyo público al proceso de paz, especialmente a la luz de los sangrientos acontecimientos de los últimos días.

Temeroso de que la conmemoración palestina del Día de la Tierra se transforme en una explosión de violencia dentro y fuera de Israel, el Gobierno impuso el toque de queda en gran parte de los territorios ocupados, confinando a sus casas a un cuarto de millón de palestinos. También suspendió las actividades escolares durante dos días. Todo eso no impidió que prosiguiera la ola de violencia en los territorios ocupados. Un colono israelí disparó cerca de la ciudad cisjordana de Nablus contra un grupo de palestinos que apedreaban su coche y mató a uno de ellos. Por otra parte, una veintena de palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con el Ejército israelí en Gaza y CisJordania, en el transcurso de manifestaciones destinadas a conmemorar el Día de la Tierra.