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Bossi pone difícil a Berlusconi formar Gobierno

Obtenida una amplia mayoría en ambas cámaras, el bloque de la derecha saca a relucir sus diferencias

No será fácil formar Gobierno en Italia, aunque el resultado de las elecciones haya dado una holgada mayoría absoluta al bloque de la derecha en la Cámara y casi el 50% del Senado. Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte, afirma que sólo él tiene el derecho de promover un Gabinete, que encomendará a su segundo, Stefano Maroni. "La Liga es la única fuerza que puede gobernar", dijo, descartando así la aspiración de su aliado, Silvio Berlusconi, a presidir el Ejecutivo. Por ello, el presidente de Forza Italia, gran vencedor de los comicios, dedicó la jornada a "trabajar en su casa", en lugar de celebrar su triunfo.

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"No tengo ninguna incertidumbre sobre las relaciones con la Liga Norte. Sus candidatos comprobarán ahora que, en la gran mayoría de los casos han sido elegidos con el apoyo del Polo de la Libertad, y no creo que vayan a traicionar a un electorado q e ha indicado con claridad lo que quiere", declaró Berlusconi a una radio romana.

Los resultados definitivos dados a conocer ayer no facilitan, en efecto, la comprensión de cuantos escaños ha logrado cada partido concreto. Al Polo de la Libertad le corresponden, por ejemplo, 366 diputados, 50 más de los necesarios para tener la mayoría absoluta. El desglose del Ministerio del Interior indica sólo que 10 de ellos son de Alianza Nacional (AN), el partido posfascista de Gianfranco Fini; 191 son del pacto cerrado en el sur por Forza Italia (FI) y AN, y 165 le corresponden al pacto de FI con la Liga en el norte.

Tampoco era sencillo desglosar por partidos los 213 diputados del Polo Progresista ni los 46 del Partido Popular Italiano.

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En el Senado, la ventaja de la derecha sobre la izquierda era menor, de 155 escaños frente a 122. Ello se debe fundamentalmente a que, para votar por el Senado, los electores deben haber cumplido los 25 años, y ello determina un voto más conservador que parece haber favorecido a la izquierda en este caso, paradójicamente.

Cerrar un pacto

Pero Berlusconi no tendría mayor dificultad en lograr los tres votos que le faltan para una mayoría absoluta que resulta imprescindible, ya que el Gobierno tiene que ser investido por las dos cámaras. Entre los pocos senadores dispersos hay uno de la lista Pannella y otros seis de grupos varios con los que no le resultará difícil cerrar un pacto. Completan el hemiciclo 31 senadores del centro.

Más complicado será el acuerdo con Bossi, que, desoyendo las advertencias veladas de su aliado, asegura que él sabe muy bien quiénes son sus ovejas: "La Liga tiene en este Parlamento más de 100 diputados y 60 senadores", declaró tras decir que "Berlusconi ha cogido votos gracias a un uso de la televisión que excede de todos los hábitos electorales democráticos". También le trató como "a uno más, con su trozo de pentapartido (del antiguo régimen) que ha logrado reciclar".

"Será la Liga Norte la que abra consultas para formar Gobierno", añadió también el líder nordista, con su voz desapacible "no estamos aquí para vender bolsitas de detergente. Deberá haber un Gobierno que lleve el país hacia el federalismo y hacia la creación de puestos de trabajo". Refiriéndose a la afirmación de Berlusconi de que Forza Italia sólo ha acordado con la Liga el federalismo fiscal, Bossi aseguró: "Puede decir lo que quiera, pero lo primero es la Liga, la única fuerza capaz de formar Gobierno. Si no quiere negociar, que vaya a la oposición".

Estas frases dan idea del clima de una jornada en la que el presidente de Forza Italia se reunió en su domicilio de Roma con Gianfranco Fini, hacia la misma hora en que, por una curiosa coincidencia, los jueces de Milán iniciaban la vista oral del primer juicio por corrupción contra Bettino Craxi, el ex líder socialista, ex primer ministro y gran amigo y protector de Silvio Berlusconi, que no se presentó.

La entrevista con Fini, que, nada más conocer los resultados electorales, se había declarado favorable a que Berlusconi intentara formar Gobierno, no presentaba problemas especiales y, probablemente, cuando Berlusconi convocó a la prensa para las 17.30 horas, tenía previsto anunciar que había cerrado un pacto. Pero las reacciones de Bossi le indicaron que era más prudente esperar y seguir trabajando. Anuló la conferencia. "Un Gobierno no se hace en dos horas", explicó su portavoz, Tajani.

Bossi es hoy por hoy un elemento fundamental de un bloque que ha sustituido a la Democracia Cristiana (DC) en el norte y en el sur de Italia, pero con dos apoyos diversos. La distribución geográfica de los resultados indica efectivamente que el Polo de la Libertad se ha impuesto gracias a la Liga Norte en los feudos septentrionales de la vieja DC. Salvo las regiones más industriales, Liguria y Piamonte, donde la izquierda siempre tuvo fuerza, la derecha ha barrido en todas partes.

El centro sigue siendo, en cambio, un feudo de la izquierda. Los progresistas monopolizan prácticamente la representación parlamentaria de regiones como la Toscana, Umbria o las Marcas, y mantienen un predominio hacia el sur en Campania o Bari¡, aunque Lazio, la región central a la que pertenece Roma, ha virado a la derecha.

Sorprendentes los resultados de Sicilia. El enorme barbecho democristiano, donde tuvo su reserva de votos el divino Giulio Andreotti, que había comenzado a volverse rojo, se ha revelado como el gran campo de conquista para Berlusconi y Gianfranco Fini. Su pacto ha conquistado los 21 diputados de la Sicilia oriental y 36 de los 40 congresistas de la otra mitad de la isla. La derecha barrió también en Palermo, donde el líder de la Rete, Leoluca Orlando, fue elegido alcalde con el 76% de los votos.

Por otra parte, la lira se benefició de una breve euforia en la mañana de ayer en el mercado de cambios europeos después del anuncio de la victoria del bloque de la derecha en las elecciones legislativas italianas, pero finalmente la divisa terminó con un ligero repliegue en relación a los niveles alcanzados la víspera, en la que registró una notable alza.

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