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Hurd intenta superar la oposición en el Reino Unido al acuerdo de Ioanina para ampliar la Unión Europea

Un Douglas Hurd lleno de aplomo y con aspecto remozado trás la agotadora reunión del pasado fin de semana en Grecia, acudió ayer por la tarde a la Cámara de los Comunes para explicar a los parlamentarios británicos que el acuerdo de loanina es tan sólo un compromiso "transitorio" alcanzado por la Unión Europea (UE) en tanto se prepara una exhaustiva revisión del tratado de Maastricht en 1996. Hurd, en torno a cuya dimisión se especuló ayer intensamente, hizo un encomiable esfuerzo por dar la vuelta a la situación en vísperas de la decisión final que tiene que tomar hoy el Gobierno británico sobre el acuerdo.Naturalmente no lo consiguió, y hubo de enfrentarse a las reiteradas críticas de la oposición laborista que le acusa de anteponer los intereses del partido a los del Reino Unido, y a las de los miembros del sector duro de su partido que no quedaron convencidos de que la solución "transitoria" no sea el preámbulo de una inevitable pérdida del poder de maniobra británico dentro de la UE.

La oposición laborista se preguntó además qué sucederá si pese a la visión positiva de Hurd, el Gobierno británico no aprueba hoy este compromiso. Antes de acudir a la Cámara de los Comunes, el ministro de Exteriores se había, desayunado con los concluyentes titulares de los periódicos británicos que hablaban de "Fracaso" "Derrota" "Desastre" y "Aislamiento", para describir el estado de ánimo del Reino Unido tras el acuerdo alcanzado el domingo por la noche por los ministros de Exteriores de la UE en la localidad griega de loanina.

[El ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, difundió ayer un comunicado según el cual, la fórmula pactada en loanina "debe ser aceptable para España y el Reino Unido", países a los que ha pedido que aprueben el acuerdo logrado por los Doce en la localidad griega, informa Reuter. "Está en peligro el desarrollo de la UE. La cuestión de la minoría de bloqueo no debe frenar la adhesión de nuevos miembros de la UE", sigue el comunicado.]

Consciente de la delicada situación que se le ha planteado, el primer ministro, John Major, dedicó la jornada de ayer a mantener encuentros preparatorios con los principales ministros de su Gabinete con vistas a la reunión ministerial de hoy. Douglas Hurd fue el primero en llegar al número 10 de Downing Street. Es de suponer que en ese encuentro con Major se preparó cuidadosamente la teoría de la "transitoriedad" del acuerdo, y se cayó en la cuenta de que después de todo, las decísiones verdaderamente importantes en la UE se toman por unanimidad.

Aún así los británicos no ven clara la "salida" ofrecida por la UE a su país, según la cual, si bién la minoría de bloqueo ha de aumentar hasta 27 votos a raíz de la ampliación de la comunidad a 16 miembros, se aceptaría un mínimo de 23 votos para bloquear "temporalmente" una decisión comunitaria razonablemente compleja.

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