El PP gasta 3.000 millones en un plan que no se aprobará en este mandato

La revisión de las normas urbanísticas del Plan General, emprendida hace dos años por el equipo urbanístico del PP en el Ayuntamiento de Madrid, no se aprobará en el presente mandato, que finalizará en mayo de 1995. El proyecto ha sufrido un retraso de seis meses por la ampliación de su periodo de alegaciones públicas y no será entregado para su ratificación por parte de la Comunidad hasta marzo de 1995, dos meses antes de las próximas elecciones. El Gobierno regional, gobernado por el PSOE, ya ha anunciado que en ese momento no las estudiará. La ciudad del 2000 que ha diseñado el PP, en la que se han invertido 3.000 millones de pesetas, quedará, por tanto, pendiente del resultado electoral.El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el equipo de José María Alvarez del Manzano, encargó hace dos años al arquitecto Luis Rodríguez Avial la revisión del Plan General de Ordenación Urbana.

El PP ha destinado para la creación y el funcionamiento de la oficina que revisa el Plan General unos 2.500 millones de pesetas (442 en 1992, 1.374 en 1993 y 683 en 1994) y tiene previsto invertir otros 500 millones en lo que queda de año. Una gran parte de este dinero -por el momento unos 1.500 millones- se ha destinado a encargar estudios técnicos a equipos externos a los del propio Ayuntamiento.

"Dinero para tapar la boca"

Ese dinero ha servido para "facilitar la mayor colaboración en la redacción final del plan", según el director gerente de la oficina Luis Rodríguez Avial. O para "tapar la boca a muchos arquitectos y especialistas a los que se les han encargado proyectos", según la denuncia que formula el PSOE. Rodríguez Avial contesta: "Sí puede ser cierto que los que han recibido proyectos no han hecho críticas feroces a todo el plan pero ése, en todo caso, es su problema si se han sentido coaccionados".El responsable de la oficina, que emplea diariamente a 100 personas (45 funcionarios, 35 interinos, 20 con contratos de asistencia técnica y dos directivos), admite que se han producido unos costes elevados durante estos dos años pero no cree que se puedan calificar como "baldíos" pase lo que pase en las elecciones de 1995. "Sólo un 20% de la inversión no sería utilizable, porque la cartografía digitalizada ha costado 1.000 millones y es un bien para toda la vida y otros planeamientos también servirán".

El viceconsejero de Política Territorial, Oswaldo Román, entiende que gastar cuatro años en sacar adelante un plan "es una irresponsabilidad" y anuncia que la Comunidad; máxima autoridad urbanística en la región, necesitará al menos seis meses para estudiar el plan. Las próximas elecciones locales, en mayo de 1995, decidirán el futuro de un diseño de ciudad en el que el Partido Popular ha gastado 3.000 millones.