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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

EE UU Y Vietnam

Hace unas semanas EL PAÍS recogía, como otros medios de información, la noticia del levantamiento del embargo estadounidense a Vietnam. Al margen de lo ambicioso que resulta abrir sus dos páginas de información al respecto con el titular Clinton cierra la herida abierta de Vietnam (5 de febrero), lo que ya despierta mayor alarma es la comparación establecida entre esta decisión de Bill Clinton y otros procesos de mucha mayor trascendencia que están teniendo lugar en otras partes, como el acuerdo entre israelíes y palestinos o la convocatoria de elecciones libres en Suráfrica. Afirmar que el fin del embargo "es la forma particular de Estados Unidos de contribuir al nuevo orden mundial" es tener una concepción muy pobre de lo que realmente podría hacer Estados Unidos por un nuevo orden mundial, o bien tener una idea extremadamente conservadora de qué representa ese nuevo orden, si es que algo de eso hay.Quienes saltarán de gozo con la decisión de Clinton no son precisamente los vietnamitas, como recoge su periódico, sino las grandes multinacionales estadounidenses, que son las que han ejercido mayor presión para que se pusiera punto final a un bloqueo que les restaba importantes posibilidades de negocio en un mercado en expansión.

Por otra parte, las inversiones de EE UU difícilmente llegarán a las "aldeas y arrozales reventados hace dos décadas" por la guerra. El tipo de inversiones que pueden ofrecer las empresas estadounidenses irá a parar a las ciudades y no al campo, donde vive el 80% de la población, con lo que probablemente se acentuarán las desigualdades existentes. Y aunque Vietnam ahora pueda importar productos de EE UU, de momento no se ha previsto que lo mercados estadounidenses se abran a las exportaciones vietnamitas, con lo que difícilmente se podrá sostener la balanza comercial.

Aunque ahora ya se pueda tomar Pepsi o Coca-Cola en Hanoi y pagar la cuenta con American Express, no va a ser fácil solucionar problemas como la malnutrición de millones de campesinos, la desforestación incontrolada o la extensión de la prostitución y la drogadicción entre la población infantil, por no hablar de la falta de respeto a los derechos humanos o a las libertades políticas y sociales. Informar de un modo más responsable requiere una mayor dosis de ecuanimidad.-

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