Los comercios abrirán 12 fiestas, pero falta fijar cuatro

I. C. "Ha habido fumata", fueron las tres primeras palabras que pronunció el consejero de Economía, José Luis Fernández Noriega, para explicar que el Consejo de Gobierno de la Comunidad había aprobado el proyecto de ley de calendario de horarios comerciales en la región. La ley permitirá la apertura de los establecimientos el primer domingo de cada mes durante 1994, pero no especifica si este año hay que descontar los cuatro meses transcurridos o si se reservarán de colchón para las rebajas y fiestas de las próximas navidades. Esta última es la intención del consejero, pero el calendario concreto lo tiene que señalar el Consejo de Gobierno.

El proyecto ratificado ayer por el Ejecutivo autonómico no ha tenido en cuenta las recomendaciones del Consejo Económico y Social de Madrid, cuyo dictamen era favorable a la libertad de horarios, merced al voto de los expertos nombrados por el propio Gobierno regional. No obstante, la ley cuenta con el consenso de las más importantes entidades representadas en ese organismo: la Confederación de Empresarios Madrileños, las asociaciones de comerciantes -excepto la de grandes superficies, que ya ha anunciado un recurso- y los sindicatos.El texto será pactado ahora con Izquierda Unida -coalición que completa la mayoría absoluta que precisa el socialista Joaquín Leguina- para ser aprobado por la Asamblea. Fernández Noriega aseguró que intentará que el Partido Popular también acepte esta propuesta.

El consejero de Economía se preocupó ayer de manera especial por intentar "relativizar" la importancia de limitar a sólo 12 domingos la posibilidad de abrir los comercios madrileños, especialmente para las grandes superficies, que hasta ahora disfrutaban de una libertad total.

Fernández Noriega indicó que la ley estatal ya regula un máximo de 72 horas semanales y subrayó que los comerciantes tendrán la posibilidad de decidir con total libertad su horario de lunes a sábado, además de esos 12 domingos.

El Gobierno regional, en cualquier caso, entiende el contenido de su actual ley de horarios comerciales como temporal para los actuales tiempos de crisis económica. El consejero anunció que la perspectiva es volver a la libertad total en cuanto se supere este escenario.

La ley, que en futuros años puede ser modificada en cuanto al número de domingos y festivos por medio de un decreto, incluye también las sanciones ante las posibles infracciones. Estas multas llegarán hasta las 500.000 pesetas para leves, hasta dos millones y medio para las graves y hasta los 100 millones para las muy graves, que tienen relación precisamente con la apertura de un comercio en un domingo o festivo no permitido. La acumulación de varias sanciones muy graves podría llevar a la Comunidad a clausurar ese establecimiento durante 15 días.

El consejero de Economía entiende que esas sanciones son suficientemente coercitivas.

La ley regional de horarios comerciales especifica, además, las excepciones a estas limitaciones tanto para tiendas de conveniencia (Vips o Seven Eleven) como para los ayuntamientos con especiales atractivos turísticos.