A fuerza de piqueta
En contestación al señor Aguinaga, cronista de la Villa de Madrid, le diré que ni entro ni salgo en lo que dice Moncho Alpuente sobre si el señor García Lomas tiró abajo el mercado de Olavide por venganza o no. Lo que sí sé, porque como madrileña que soy me afecta y me indignaba bastante en aquel mandato, es que, si al citado señor no se lo llega a llevar Dios con él, hoy día no sé si existiría el Madrid antiguo, porque, aparte de que demolió bastante, tenía en proyecto hacer desaparecer edificios, según él ruinosos, que luego salvaron otros alcaldes, con más buena voluntad, de la piqueta. Así que, moralmente, apoyo al señor Alpuente.-
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