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Los socialistas aceptan una propuesta de CiU que facilitará los despidos colectivos

Javier Rivas

Los empresarios tendrán menos obstáculos para declarar un despido colectivo, modificar las condiciones de trabajo de sus empleados o trasladar a éstos, tras el acuerdo que los socialistas alcanzaron ayer en el Congreso con Convergència i Unió (CiU), al que se sumó, en los dos primeros casos, el Partido Popular.La Comisión de Política Social y Empleo de la Cámara baja, que preside el socialista Luis Martínez Noval, ex ministro de Trabajo, aprobó anoche, tras más de seis horas de debate, el segundo de los tres proyectos de ley que componen la reforma laboral del Gobierno: el que modifica distintos artículos del Estatuto de los Trabajadores y de la Ley de Procedimiento Laboral.

El proyecto, con las enmiendas aprobadas en el debate, recibió 20 votos a favor -PSOE y CiU-, tres de IU-IC en contra y la abstención de los 14 representantes del PP. El Pleno del Congreso del próximo jueves tendrá la última palabra en esta Cámara y, con toda seguridad, repetirá la misma división de votos.

Los socialistas aceptaron tres enmiendas de CiU que suponen otras tantas facilidades para los empresarios en materia de despidos colectivos, modificación de las condiciones de trabajo y movilidad geográfica. Este acuerdo permitirá que no se considere fraude de ley y, por tanto, nulo, que un empresario despida en trimestres sucesivos a un número de trabajadores por debajo de los límites que marca el proyecto si las causas aducidas son diferentes en cada periodo de 90 días.

El proyecto de ley establecía en su redacción original que serían declaradas nulas las extinciones de contratos en trimestres sucesivos por debajo de los umbrales fijados sin causas que lo justificasen. La enmienda de CiU aceptada por los socialistas introduce el notable matiz de que la nulidad se dará si en cada trimestre se despide por "la misma causa". Exactamente igual se establece para modificar las condiciones de trabajo o trasladar a trabajadores.

Los límites que marca el proyecto en estos tres casos son de 10 trabajadores en empresas con menos de 100 empleados, el 10% de la plantilla en empresas que ocupen entre 100 y 300 trabajadores, y 30 trabajadores en empresas con más de 300 personas en su plantilla.

Endurecimiento legal

Este cambio, que significa un endurecimiento del texto, como reconoció en privado algún diputado del PSOE, fue aprobado por los 34 votos de socialistas, nacionalistas catalanes y populares, frente a los cuatro de IU y Coalición Canaria en el caso de los despidos y la modificación de las condiciones de trabajo.

Al votarse la enmienda sobre movilidad geográfica, el PP se abstuvo. Fue apoyada por PSOE, CiU, Coalición Canaria e Izquierda Unida, que votó a favor por un error de su portavoz, Ricardo Peralta, como él mismo indicó luego a la Mesa.

El PSOE acordó también con los nacionalistas catalanes que se considere despido "objetivo" -es decir, no "colectivo"- la extinción de los contratos que afecten a toda la plantilla de una empresa con menos de cinco trabajadores y que sea posible que las empresas puedan establecer contratos temporales a parados mayores de 45 años que figuren inscritos en las oficinas del Inem. Este tipo de contratos temporales se podrá realizar aunque la actividad de la empresa en cuestión no sea temporal.

Todo el debate demostró la sintonía de socialistas y nacionalistas catalanes sobre la reforma laboral. El PSOE aceptó o pactó enmiendas transaccionales en un buen número de las propuestas de CiU, e incluso del PP, mientras que los grupos más contrarios a la reforma -Izquierda Unida y Coalición Canaria- vieron en soledad cómo eran rechazadas la mayoría de sus enmiendas, salvo cinco o seis básicamente de carácter técnico.

Los socialistas, en cambio, necesitaron apoyarse en IU para sacar adelante la normativa sobre elecciones sindicales que el PSOE pactó en su día con CC OO y UGT.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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