Una delegación israelí viaja hoy a Túnez para reavivar la negociación con la OLP

Israel enviará hoy una delegación de alto nivel a Túnez para desbloquear las negociaciones de paz con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), suspendidas tras la matanza de Hebrón, perpetrada el 25 de febrero. Los enviados israelíes llevarán al líder de la OLP, Yasir Arafat, una serie de propuestas para reavivar el diálogo y para impedir que la frustración palestina con relación a ciertos aspectos cruciales de la resolución de condena aprobada el viernes por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se transforme en nuevos obstáculos en el camino hacia la paz.

Según Warren Christopher, secretario de Estado norteamericano, Siria, Jordania y Líbano ya han aceptado volver a la mesa de negociación. Ahora sólo falta la aprobación de la OLP, un paso que entrañaba anoche un serio dilema para Arafat. El presidente de la OLP difícilmente puede jactarse de haber logrado una victoria diplomática en la ONU.Por un lado, la resolución no habla del destacamento de una fuerza armada para proteger a la población palestina de los territorios ocupados por Israel, que pueda impedir la repetición de una matanza como la cometida por el colono Baruch Goldstein. De hecho, por el momento, Israel ha asegurado que sólo aceptaría que los empleados de la ONU que trabajan actualmente en Cisjordania y Gaza tengan el estatuto de observadores.

Por otro, lado la negativa de Estados Unidos a mencionar a Jerusalén Este como parte de los territorios capturados por Israel en la guerra de 1967 ha causado profunda decepción entre la mayoría de los palestinos.

Como era de esperar, el poderoso movimiento islámico Hamás fustigó la resolución declarándola una medida "inútil". Actuando como portavoz de Hamá, el médico de Gaza Mahmud Zahar declaró: "No necesitamos observadores internacionales desarmados mientras vivamos entre colonos judíos y soldados israelíes armados".

Encuentro en París

Si Arafat, que anoche mantenía consultas de urgencia con el fraccionado comité ejecutivo de la OLP en Túnez, rechaza el plan para reanudar conversaciones podría verse aún mas aislado. Si acepta, aunque sea a regañadientes, corre peligro de convertirse en blanco aún mayor de las críticas de sus numerosos adversarios en el campo palestino que le acusan de capitulación. En cualquier caso, el jueves, Arafat y Simón Peres se encontrarán en París en la conferencia de países dispuestos a aportar fondos para la reconstrucción de los territorios ocupados. La televisión israelí daba por hecho anoche que Peres se entrevistará con Arafat para intentar reconducir el proceso de paz.Tanto los israelíes como algunas figuras claves de la OLP se mostraban ayer optimistas. Peres anunció el envío de una delegación compuesta por el director general de su despacho, Uri Sair; el comandante en jefe del Ejército, general Amnón Shaak; y el asesor político del primer ministro Isaac Rabin, Jacques Neriah. Y declaró: "El proceso ha comenzado a moverse de nuevo". Neriah, por su parte, agregó: "Iniciaremos conversaciones mas prácticas a comienzos de esta semana".

Del lado palestino, el optimismo lo mostró el negociador jefe Nabil Shaat. En una declaración formulada en El Cairo, dijo que la resolución adoptada en la ONU "finalmente ha deshecho el nudo". "Las cosas comienzan a moverse", añadió. "En los próximos días se registrarán intensos esfuerzos para hallar soluciones a los dos problemas: la cuestión de la seguridad de los palestinos en los territorios ocupados y el retorno a la mesa de las negociaciones, probablemente a principios de abril".

Ese es aparentemente el plazo propuesto por los sirios que, por su parte, reiteran que la paz sólo es posible si Israel cede de todos los todos los territorios capturados por Israel en 1967.