Los jueces de Milán piden el procesamiento por corrupción de un dirigente del PDS
La magistratura de Milán emitió ayer dos resoluciones que afectan a dos de las principales fuerzas que compiten en las elecciones generales de los próximos 27 y 28 de marzo. Por un lado, pidió el procesamiento por corrupción y otros delitos del senador Marcelo Stefanini, secretario administrativo del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) y primer dirigente nacional de su grupo alcanzado de lleno por la acción de la justicia. Por otro, recurrió contra la negativa del juez instructor a encarcelar a dos dirigentes de Fininvest, el grupo de Silvio Berlusconi, presuntamente implicados en la creación de facturas falsas.
Stefanini, que tiene pendiente otra petición de procesamiento por simple fraude fiscal, es acusado por los magistrados de la investigación Manos Limpias de presuntos delitos de corrupción, violación de la ley de financiación de los partidos políticos y alteración de subasta pública.Las acusaciones están relacionadas con el supuesto cobro de una comisión de entre 200 y 300 millones de liras derivada de la adjudicación de las obras de ampliación y reforma del aeropuerto intercontinental de Malpensa, que centraliza una parte del tráfico internacional de Milán.
Con ocasión de tales obras, aún inconclusas, se generaron comisiones ilegales para cuatro partidos: el Partido Republicano Italiano (PRI), la Democracia Cristiana (DC), el Partido Socialista Italiano (PSI) y el Partido Comunista Italiano (PCI), antecesor del PDS. El PSI y el PCI controlaron la administración municipal milanesa durante la pasada década.
La petición de procesamiento de Stefanini se produce junto a las de otras 42 personas, entre las que destacan el secretario administrativo democristiano, Severino Citaristi, el italiano que ha sumado más procesos por la investigación Manos Limpias, varios ex ministros también democristianos, representantes de los otros partidos citados con responsabilidades en la gestión de las obras de Malpensa y empresarios.
La investigación sobre las obras de Malpensa es anterior a la denuncia presentada reciente mente en Roma por el ex secretario socialista Bettino Craxi contra Stefanini, contra el secretario del PDS Achille Occhetto y contra su número dos, Massimo D'Alema. "Quienes fantaseaban sobre una presunta parcialidad de la magistratura en nuestro favor, se sentirán probablemente satisfechos", dijo ayer el PDS en un comunicado, en el que reiteraba su "plena confianza en la magistratura".
El más empeñado en ese sentido ha sido Craxi, cuya dimisión como vicesecretario de la Internacional Socialista (IS) fue anunciada ayer oficialmente. La dimisión se debe a que Craxi no sólo ha dejado la dirección de su partido, sino que de hecho ha quedado fuera del PSI, integrado con el PDS en el bloque de la izquierda. Craxi y su entorno apoyan, en cambio, al movimiento de Berlusconi, Forza Italia, que es el eje de la derecha. El presidente de la IS, Pierre Mauroy, distinguió ayer entre Craxi y PSI, al manifestar que la IS seguía manteniendo su confianza en los socialistas italianos.
Dudas sobre los jueces
El propio Berlusconi puso abiertamente en duda la imparcialidad de los jueces de Milán, al acusar en concreto a uno de ellos, la semana pasada, de haber pedido por motivos exclusivamente políticos la detención de dos dirigentes de Fininvest y cuatro empresarios relacionados con el grupo en la presunta creación de las facturas falsas.También ayer, los magistrados de Manos Limpias recurrieron contra la decisión del juez instructor que, aún estimando que en la documentación aportada había graves indicios de delito, rechazaron el encarcelamiento de Marcelo dell'Utri, consejero delegado de Publitalia y alma mater de la campaña electoral de Berlusconi, y de Valerio Ghilardelli, director de Telepiú 1.
El recurso, que custiona el argumento del juez instructor de que los investigados ya no pueden destruir pruebas, no será fallado hasta el próximo 30 de marzo, unas vez pasadas las elecciones generales.
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