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El 'brazo derecho' de Pinto Fontán declara contra él ante el juez

Los escondites de José Luis Pinto Fontán están amenazados. Carlos García Yanes, de 62 años, que ha sido durante más de 15 años uno de los testaferros [hombres de paja] del constructor, reconoció el miércoles ante el juez que el promotor inmobiliario es el verdadero dueño de todas las empresas en las que él figura como directivo o administrador.Pinto Fontán dejó inacabada en los años setenta la urbanización ilegal Nuevo Versalles, en Fuenlabrada, sembró un reguero de deudas (1.000 millones de entonces, equivalentes a 4.000 de ahora) y acaba de empantanar otra urbanización tras lograr créditos multimillonarios: Las Terrazas, en Aravaca, cuestión que le tiene de nuevo ante los tribunales. Pinto Fontán figura ahora como José Luis Gómez Pinto, puesto que cambió de apellido en 1987. Desde entonces no aparece oficialmente como dueño sus negocios: delegaba en García Yanes.

García Yanes dice que estaba "mal aconsejado" cuando declaró que Pinto Fontán sólo le sonaba

En su primera declaración (20 de abril de 1993, cuando, EL PAÍS aún no había destapado la nueva trama de empresas del ahora llamado Gómez-Pinto) García Yanes -aparejador de profesión- dijo al magistrado que le sonaba el nombre de José Luis Pinto Fontán, pero desconocía qué relación podía tener con la empresa Aravaca-Somosaguas, que el juez investiga por un supuesto delito de estafa en la venta de pisos en la urbanización Las Terrazas de Aravaca.El aparejador -quien conoce a Pinto desde los años setenta- arguye ahora que si dijo otra cosa en su anterior declaración es porque estaba "mal aconsejado" (no explica quién le animó a mentir ante el juez) y tenía miedo de perder la relación laboral que le unía con Aravaca Somosaguas y STC (empresas de Pinto Fontán).

Administrador único

García Yanes agregó ante el juez que en su trabajo seguía órdenes de Pinto Fontán, quien le contrató y le nombró administrador único de Aravaca Somosaguas. El aparejador explicó al magistrado que suscribió acciones de esta empresa -a instancias de Pinto Fontán- cuando se constituyó en 1987, pero que no pagó el capital correspondiente. Declara también que no sabe si alguien lo abonó en su lugar o si se llegó a desembolsar efectivamente ese dinero.

El aparejador figura desde los años setenta en empresas vinculadas a Pinto Fontán. García Yanes pidió en 1979 licencias -después denegadas- para que dos sociedades (Ibinsa y Precensa) construyeran un enorme complejo inmobiliario en suelo rústico en Griñón (2.353 habitantes). García Yanes figura o ha figurado en 11 empresas de Pinto Fontán. Una de ellas, Gabbiano de España, ha cerrado hace unos días su sede del paseo de la Castellana, 56, junto a la plaza de Emilio Castelar. Gabbiano (la firma que comercializa los productos de New Techno, compañía propietaria del Jaguar que conducía el diputado José María Mohedano) tenía alquilada su sede, repleta de bañeras redondas (una de las obsesiones de Pinto Fontán es dotar a suspisos con bañeras circulares), al modista Manuel Pertegaz, por unas 400.000 pesetas mensuales.

Carlos García Yanes era la cabeza visible de la constructora Hábitat Europeo, que pretendió desarrollar una operación inmobiliaria de 2.000 viviendas en el barrio La Pilarica, de Valladolid, en cuyas gestiones -hace ahora un año- medió el abogado José María Mohedano, que se entrevistó a ese fin con el alcalde de la ciudad, el socialista Tomás Rodríguez Bolaños. El diputado socialista Mohedano -quien ha asesorado a Pinto Fontán desde 1974- hizo las presentaciones entre el alcalde y los directivos de Hábitat Europeo, según declaró en su día el propio Rodríguez Bolaños.

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