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Los extremistas islámicos argelinos reconstruyen dirección y lanzan una nueva ofensiva armada

Sayá Attia, de 38 años de edad, se ha convertido en el nuevo jefe supremo del Grupo Islámico Armado (GIA), la organización radical integrista responsable de los atentados contra los extranjeros en Argelia. Tras la reconstrucción de su cúpula, el GIA ha lanzado una nueva ofensiva armada, que ha provocado ya numerosas víctimas. Sayá Attia, un veterano militante del GIA implicado en el secuestro de tres funcionarios franceses en Argel el pasado mes de octubre, sustituye en la dirección de la organización a Si Ahmed Murad, muerto por la policía hace una semana.

La designación de Sayá Attia como máximo responsable del GIA, se ha efectuado en un cónclave celebrado en un lugar secreto de Argel, en el que se decidió asimismo el nombramiento de otros jefes de su estado mayor, quienes han tomado el relevo de los nueve cuadros de la organización, fallecidos junto con su jefe en la operación policial registrada en el barrio argelino de Buzarea.Sayá Attia es el cuarto dirigente integrista que se pone al frente del Grupo Islámico Armado, una organización radical integrista fundada en 1991 por antiguos combatientes de la guerra de Afganistán, así como por los supervivientes de la antigua guerrilla integrista de los hermanos Buyali, desarticulada en 1988 y 1980. En torno a este núcleo dirigente se ha ido cohesionando un magma indefinible e impreciso de militantes, compuesto por desertores del Ejército y del Frente Islámico de Salvación y de su organización militar, Movimiento Islámico Armado, descontentos con la actitud reconciliadora de esta organización que les ha llevado a negociar con el régimen argelino.

La reconstrucción de la cúpula dirigente del GIA ha coincidido con una ofensiva armada que ha tenido como el escenario más importante la ciudad de Argel y sus alrededores. Esta ofensiva se ha saldado en la última semana con un elevado número de víctimas, configurando, según los expertos, uno de los balances más trágicos e importantes de los dos últimos meses. La víctima más reciente de esta ofensiva ha sido Ahmed Asselá, director de la Escuela de Bellas Artes de Argel, de 55 años de edad, que fue asesinado ayer por la mañana a la puerta del recinto universitario, cuando se disponía a reincorporarse a su despacho.

Ahmed Asselá era un intelectual de prestigio internacional, gran amigo de la colonia y la Embajada española, con la que había colaborado en numerosas jornadas culturales. Asselá, considerado uno de los más firmes defensores de la línea demócrata, se oponía a cualquier tipo de radicalismo, rechazando al mismo tiempo a los sectores integristas y a los laicos ultras, que se niegan a la reconciliación.

Acción alarmante

Junto con Asselá fue asesinado ayer su hijo Rabá, que acompañaba ocasionalmente a su padre, y que fue alcanzado por diversos impactos de bala en el estómago.

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Pero la operación más alarmante de los activistias integristas se registró la tarde del pasado miércoles, 2 de marzo, a pocos metros del aeropuerto internacional Huari Bumedian de Argel, donde fue asesinado el capitán del Ejército Bucharef Fuad. La víctima había abandonado la terminal del aeropuerto pocos minutos antes y se disponía a trasladarse a Argel en su vehículo particular junto con su esposa, su hijo de cuatro años y un cuñado, pero fue interceptado por un turismo, del cual descendieron un grupo de activistas que se presentaron como policías que efectuaban un control rutinario. Los miembros del comando integrista dispararon sobre el militar, una vez éste les enseñó su documentación y les reveló su personalidad.

Pocos días antes de este incidente, cinco policías habían sido asesinados en una emboscada registrada en El Jrub, cerca de Constantina, al este de Argelia. Mientras que en el sur, en la región de Laghuat, moría víctima de otro atentado el director provincial de la prisión, quien fue tiroteado mientras efectuaba sus compras en el mercado. Este funcionario, padre de 13 hijos, había dirigido con anterioridad las prisiones de Blida y Sidi Bel-Abbés.

El GIA ha lanzado esta ofensiva, mientras el régimen argelino trata de impulsar su diálogo con los siete dirigentes del Frente Islámico de Salvación, encarcelados todos ellos en la prisión militar de Blida y sobre los que se especula una inmediata y próxima liberación.

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