Las bases no quieren un paso más del Gobierno hacia la derecha
Los militantes del PSOE avalan y comprenden la política reformista del Gobierno, pero advierten que no se puede Ir más allá en los cambios de una política que quiere ser socialdemócrata. Así se desprende con toda claridad de las miles de enmiendas presentadas a la ponencia-marco en lo que se refiere al capítulo de hacia un nuevo modelo socialdemócrata y a la propia introducción de la ponencia que es donde se sitúan los principios inspiradores de la política socialista.Francisco Fernández Marugán y Ludolfo Paramio, dos de los ponentes del texto que servirá de base para el 33º congreso de los socialistas, se esforzaron ayer para limar cualquier posible contradicción entre el sentir de las bases del partido y la política que ahora lleva a cabo el Gobierno. "Los socialistas no se han pronunciado por un cambio de la política del Gobierno; no han querido enmendarlo, sino plantear orientaciones de futuro". Así se explicaba Fernández Marugán en relación a las muchas enmiendas de sus compañeros demandando protección social en una clara identificación entre Estado y bienestar social. Para los ponentes no cabe la menor duda respecto a que las bases de su partido son conscientes de que "no se pueden utilizar los instrumentos antiguos para atajar los problemas de la sociedad actual pero sí se afirman todos los valores tradicionales".
Proyecto vigente y necesario
"El socialismo forma parte de una tradición emancipadora y es un movimiento orientado a la superación de las condiciones de injusticia y explotación, que recoge la herencia de las revoluciones democráticas y de las luchas seculares contra la opresión y las desigualdades", escriben agrupaciones de Valencia, Jaén y Cataluña. Otras firmadas por Zamora, Zaragoza, Asturias, distintas provincias andaluzas, Cantabria, Ciudad Real y León afirman tajantes: "El proyecto socialista sigue vigente y, por tanto, sigue siendo necesario, y lo será mientras haya desigualdad, injusticia, insolidaridad, discriminación, fanatismo e intolerancia".
Ludolfo Paramio considera que en su partido todavía hay sectores "muy ideologizados y de condena al sistema", que se justifican por la región en la que viven y trabajan y destacó las enmiendas "de protesta y condena" procedentes de Asturias y Canarias. Muchas son las enmiendas que reiteran la necesidad de restablecer el diálogo con UGT y algunas, como Extremadura, se extienden sobre el grave perjuicio que ha creado la ruptura entre el PSOE y su antiguo sindicato hermano.
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