_
_
_
_
_

La planta radiactiva de Sellafield, autorizada por el Supremo británico

Isabel Ferrer

El Tribunal Supremo británico autorizó ayer la puesta en marcha de Thorp, la planta de reprocesamiento de combustible nuclear usado situada dentro del complejo de la central de Sellafield, al noroeste de Inglaterra. La decisión supone un grave contratiempo para Greenpeace, que había interpuesto una demanda por considerar ilegal la forma en que el Ministerio de Medio Ambiente había otorgado la licencia de apertura. Thorp producirá plutonio y uranio y, según los ecologistas, incrementará en un 1.000% la contaminación ambiental."Es un día negro para la democracia y el medio ambiente. Los gobiernos afectados por las emisiones radiactivas de Thorp tienen que presionar ahora para que el Reino Unido paralice la planta", afirmó Damon Moglen, representante de Greenpeace presente durante la lectura de la decisión judicial. British National Fuels (BNF), la firma estatal propietaria de Thorp, ha señalado de nuevo que la instalación cuenta con "un plan de seguridad muy preciso y dispone de los medios más modernos para operar". De mantenerse sus actuales previsiones, la planta, que terminó de construirse hace dos años, puede empezar a funcionar el próximo lunes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_