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Noruega reanuda mañana la negociación de ingreso en la Unión Europea

Lluís Bassets

Noruega regresa mañana a la negociación con la Unión Europea, en una jornada entera de trabajos con la llamada troika comunitaria, formada por la presidencia de turno del Consejo de Ministros (Grecia), la presidencia anterior (Bélgica) y la posterior (Alemania). El país escandinavo tiene 72 horas contadas para obtener un acuerdo con los Doce sobre una larga lista de contenciosos, entre los que destaca el que mantiene con España sobre sus recursos pesqueros. Un portavoz de la representación española advirtió ayer que "sin peces no habrá acuerdo".Noruega mantiene reservas y objeciones sobre medio ambiente, fiscalidad y precios agrarios, entre muchas otras cosas. En buena parte de estos temas los noruegos deberán seguir el camino trazado por los acuerdos ya cerrados con Suecia, Finlandia y Austria, en los que el acervo común de la Unión ha sido preservado y no se han concedido excepciones ni derogaciones definitivas a los candidatos. Sobresale, sin embargo, la obstinación noruega en preservar dos actividades totalmente prohibidas en la Unión Europea, como son la caza de ballenas y la matanza de focas, especialmente de sus crías

Defensa de las focas

Noruega hace constar especialmente, en su documento sobre el aprovechamiento de la piel de foca, que desea seguir sacrificando las crías de estos mamíferos marinos. Representantes franceses han amenazado con movilizar a la propia Brigitte Bardot, destacada militante contra la matanza de este tipo de animales. La petición noruega fue subrayada con especial énfasis por la delegación española.

La cuestión que más interesa a España en esta negociación es la recuperación de sus derechos históricos de pesca en aguas noruegas, de las que los pescadores españoles fueron expulsados en 1981, en el momento en que se extendió la soberanía hasta las 200 millas. España reivindica 7.000 toneladas de bacalao ártico como cuota histórica, documentada al parecer por notas verbales y actas de reuniones con Noruega entre 1977 y 1981.

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Los representantes españoles piden también 11.000 toneladas más de bacalao ártico, a distribuir con Portugal y Grecia en concepto de contribución a la cohesión europea, que se suman a las 11.000 toneladas más para estos mismos países ya adjudicadas como objetivo para 1997 en la negociación del Espacio Económico Europeo (EEE).

La reivindicación máxima española se cifra en unas 17.000 toneladas (5.000 por la cohesión en el Espacio Económico Europeo, 5.000 más por la cohesión en la UE y 7.000 de derechos históricos), pero Noruega sigue empecinada en negar "ni un sólo pescado más" para España.

Los negociadores comunitarios consideran que es posible que Noruega realice alguna concesión más a través de la adjudicación de cuotas en la zona pesquera de Svarbald o Spitzberg, cuyos recursos pesqueros se hallan también en juego en esta negociación. Queda finalmente la posibilidad de que la cuota española de bacalao ártico se incremente por concesiones de los otros países socios.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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