Indignación y amenazas en el entorno del presidente
Viacheslav Kóstikov, portavoz del presidente Borís Yeltsin, reaccionó con indignación a la amnistía política aprobada por la Duma y la calificó de "desafío a la democracia rusa". Al mismo tiempo, Vladímir Shumeiko, jefe del Consejo de la Federación o Senado ruso, afirmó que la Duma no tiene legitimidad para perdonar a los opositores políticos del actual régimen."Han sido pisoteados los sentimientos de los millones de rusos que defendieron la democracia en agosto de 1991 y octubre de l993", declaró Kóstikov. Acusó a "comunistas y seguidores del líder ultranacionalista VIadimir Zhirinovski" de haber inspirado la polémica resolución y de haberse quitado con ello las máscaras dejando ver su verdadero objetivo, que puede resumirse en la consigna de "¡A través de la desestabilización, al poder!".
Dolorosa experiencia
Kóstikov, en una velada amenaza, dijo lamentar que el Parlamento no "haya aprendido ninguna lección de la dolorosa experiencia" del viejo Sóviet Supremo. "Se confirman los temores de que la Duma tiene intenciones de dedicarse a la fatal politiquería y a la lucha por el poder en lugar de concentrarse en la elaboración de las leyes, tan necesarias para el resurgimiento de Rusia", afirmó.En su filípica, el secretario de prensa de Yeltsin añade que mientras el presidente de la república toma " medidas decisivas para reforzar el peso y la dignidad de Rusia en el mundo", la Duma aprueba un documento que "conduce a la desestabilización y, en consecuencia, al debilitamiento de Rusia".
"Éste es un camino peligroso y contrario a los intereses nacionales", dice Kóstikov, revelando que el Ejecutivo está realmente asustado ante la posibilidad de que los líderes de la oposición recobren su libertad. "Toda la responsabilidad por las consecuencias de la decisión tomada recae sobre la Duma estatal, sobre los iniciadores y conductores de esta acción", advierte.
Mientras, VIadírnir Shumeiko desautorizó la decisión de la Duma: "No es asunto de los legisladores inmiscuirse en el proceso por el cual responden el juzgado y la fiscalía".
Las declaraciones de estos dos hombres cercanos a Yeltsin muestran que será difícil cumplir con la amnistía aprobada por la Duma. Esta dificultad se verá reforzada por el hecho de que, según declaró el director de Lefórtovo, ahora esta cárcel se supedita directamente al presidente. En otras palabras, las puertas de Lefórtovo no se abrirán si Borís Yeltsin no lo ordena.
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