Un tribunal de Italia declara huérfano a un niño probeta

Un niño nacido mediante inseminación artificial ha sido declarado huérfano por un tribunal italiano, al aceptar éste el "desconocimiento de paternidad" pedido por el hombre que al principio le reconoció como hijo propio, pero luego se arrepintió.Desde ahora, Matia Anselmi, de ocho años, deberá cambiar de apellido, ya que el Tribunal Civil de Cremona (norte de Italia) ha acogido favorablemente la demanda presentada por Luciano Anselmi, quien durante estos años le reconoció como su hijo. La sentencia ha causado una fuerte polémica en Italia, donde la ley no contempla relaciones jurídicas de filiación separadas de la consanguinidad. El tribunal ha negado, como pidió el abogado de la madre del niño, que se haga público el nombre del padre natural de Matia, es decir, el donante de esperma.

Luciano Anselmi y Laura Pizzetti se casaron hace 13 años. No lograron tener hijos en los primeros años, por lo que acudieron a un especialista, que descubrió que el marido era estéril. Animados por la familia, sobre todo de ella, según Luciano, la pareja decidió acudir a la inseminación artificial. Laura quedó embarazada por el semen de un donante anónimo. Y nació Matia. Luciano, al principio, dijo "de acuerdo" y reconoció al niño como hijo propio, pero pocos meses después comenzaron los problemas en la pareja. Según Luciano, su esposa y su suegra le reprochaban constantemente que no era su hijo y que no se metiera en su educación. El matrimonio se separó y Luciano, que nunca reconoció totalmente la paternidad, presentó una denuncia ante los tribunales para "cortar con el pasado". "Siempre fui excluido de cualquier decisión sobre el niño. Para mí es un extraño", dijo Luciano poco después de conocer la sentencia, hecha pública ayer, siete años después de que fuera presentada la denuncia.

El tribunal de Cremona ha admitido la falta de leyes en este campo.

Laura Pizzetti dijo ayer que estaba preparada para la sentencia y que la impugnará. El abogado de la mujer, Alfeo Garini, señaló que la sentencia era frustrante: " Los jueces no han hecho el más mínimo esfuerzo para adaptarse a la realidad". Por su parte, el ex padre señaló que estaba muy contento, "ya que, tras muchos años de incertidumbres ' se ha hecho justicia". "Para mí es muy importante, ya que me molestaba que un niño que no es mío llevase mis apellidos".

Psicólogos italianos han destacado que la sentencia puede causar un irreparable daño en Matia y en su vida, que desde ahora se ha hecho pública. "Le han convertido sin ningún reparo en hijo de la probeta", dicen.