Un segundo padre aragones va a la cárcel por no pagar la pensión
Una misma abogada defiende a las dos esposas demandantes
Una abogada de Zaragoza, Altamira Gonzalo, ha llevado a la cárcel por primera vez en España a dos padres divorciados por la misma cuestión: no pagar la pensión a sus familias. El primer caso fue el de un padre de dos hijos que desde 1987 no envió ningún dinero a su ex mujer para mantener a sus dos hijos. El pasado 24 de enero fue encarcelado un segundo marido moroso, también con dos vástagos. Las condenas las ha dictado el Juzgado número 3 de lo Penal de Zaragoza y ratificado la Audiencia Provincial.
El ingreso en prisión de este segundo padre se produjo al contar el demandado con antecedentes penales. A diferencia, sin embargo, de la primera sentencia que llevó a la cárcel a un hombre el pasado 7 de enero, esta condena ha sido de dos meses de cárcel -el doble que la anterior-. Hace dos años que se divorció y, desde entonces, sólo ha pagado dos meses. Se declara insolvente y sus dos hijos son de corta edad.Todas las partes quieren mantener en el anonimato a los protagonistas, tanto a los condenados como a sus ex esposas demandantes, fundamentalmente para preservar la intimidad de los hijos.
Para la letrada Altamira Gonzalo, el primero de los casos es "realmente flagrante" por el "empecinamiento" del ex marido en no satisfacer "ni la más mínima cantidad de dinero, dejando a su familia en unas condiciones realmente lamentables. Tuvieron que sobrevivir gracias a la atención del abuelo".
Según la abogada, al igual que en otros procesos por impago de las pensiones, sería imprescindible la adopción, por una parte, de medidas cautelares que los juzgados podrían imponer para garantizar su satisfacción; y por otra, la creación de un fondo de garantías que se encargara, por parte de la Administración, de ayudar a las familias y de conseguir, después, que los morosos cumplieran con el pago acordado por el juez.
Según la letrada, "hay muchos padres que se hacen los remolones en pagar hasta que les llega la citación del juez penal. Entonces tratan de llegar a un acuerdo e incluso cumplen sus obligaciones. Son muy pocos los que llegan hasta la prisión".
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