La Junta de Andalucía pide el mismo trato para Suzuki que el dado a Seat

El futuro de la planta de la multinacional japonesa Suzuki en Linares (Jaén) ha sembrado la alarma en Andalucía. El ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, se ha limitado a reconocer que la situación "es crítica", mientras la Junta de Andalucía ha pedido el mismo trato para esta planta que el que tuvo Seat. De momento, la Junta niega que Suzuki haya comunicado su propósito de abandonar la producción, que da trabajo a 2.400 personas. Ayer se movilizaron los trabajadores ante el rumor de cierre.

En círculos próximos al Gobierno andaluz se asentía de manera tácita al afirmar que debe ser la propia Suzuki la que dé la cara frente a los trabajadores o que el Ministerio de Industria tiene que abordar el problema de Santana Motor de Linares en iguales condiciones que el de Seat en Cataluña. El consejero de Trabajo, Francisco Oliva, declaró ayer que hace pocos días él y el jefe del Ejecutivo regional, Manuel Chaves, mantuvieron un contacto con directivos de Suzuki, quienes les advirtieron de la extrema gra e a de la factoría, aunque emplazaron cualquier decisión de cierre o continuidad a los resultados de 1993, que se conocerán en marzo. "Santana no nos ha dicho que iba a abandonar Linares", dijo el consejero.Oliva añadió que la Junta no va admitir el cierre y hará todo lo posible por evitarlo. "Diez meses atrás se firmó un acuerdo en forma de laudo para acometer un plan de viabilidad que no puede quedar en nada. Desde luego si hay modificación, tiene que ser pactada con todos".

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se entrevistó ayer tarde con el presidente de Suzuki España, Yoishiro Saito, para tratar de buscar soluciones a la crisis. En esta reunión, que se celebro en Sevilla, estuvieron también presentes los consejeros de Economía, Jaime Montaner, y de Trabajo, Francisco Oliva. Antes de esta reunión, Montaner dijo que la Junta tiene firmado un convenio de financiación de 1.000 millones para Suzuki pendiente de ejecución porque: "No se pueden arriesgar recursos públicos sin conocer los planes de la empresa".

Los trabajadores de Santana decidieron no dejar salir ni un sólo vehículo de la factoría durante el día de ayer como medida de presión. Unos 2.000 empleados impidieron también la salida de cualquier tipo de material. El presidente del comité de empresa, Antonio Fernández Siles, advirtió que la estrategia sindical "dará un giro de 180 grados" hasta que se obtenga información de la situación.