Los que no estuvieron
La Pasarela Cibeles tiene una serie de nombres míticos qué son consustanciales a su historia, a su desarrollo y a la impronta que han dejado en el diseño español de las dos últimas décadas: Jesús del Pozo, Pedro del Hierro, Adolfo Domínguez y Manuel Piña son a la Pasarela Cibeles lo que la médula a un ser vivo. Sin embargo, ellos por muy diversas razones no están aquí.Para Jesús del Pozo "fue absolutamente productivo participar en Cibeles, que es una pasarela que ha cumplido todos sus objetivos, aunque aún falle en España la parte industrial y eso es lo que a mí personalmente me ha hecho no estar, el no poder ofrecer después una producción competente ante la demanda".
Por el contrario, Pedro del Hierro, que ha contestado a EL PAÍS desde su fábrica de Málaga, asegura duramente que "los que deberían estar no están. La Pasarela Cibeles se aparta de un verdadero funcionamiento de cara al mercado y exhibe un diseño que en lo absoluto responde a la demanda". Del Hierro también opina sobre una cierta politización: "Una pasarela pública no es un escaparate político y Cibeles solamente tiene una rentabilidad palpable en los políticos y en una organización que para mí no es la más adecuada".
Cuando hace unos años la fábrica orensana de Adolfo Domínguez ardió, el siniestro marcó la repetida ausencia del inventor de la bella arruga en la Pasarela madrileña. "Fue coyuntural, el incendio hizo que me concentrara en fabricar y vender. Reduje gastos en todo lo que pude, pero dejo abierto al futuro volver a la Pasarela Cibeles". Para Domín, guez, desfilar "no es esencial pero sí conveniente. Lo realmente esencial es abrir tiendas y salir hacia adelante".
Repercusión
Pedro del Hierro asegura que "a mí me llaman siempre, pero el grupo empresarial Cortefiel decidió, acertadamente, dejarlo a un lado. Sinceramente mi experiencia en la Pasarela Cibeles no fue positiva. Aquella época dorada donde llovían los compradores americanos y del resto del mundo ha pasado".Domínguez continúa con su eje de rigor: la implantación de su producto. "Mi propósito principal está en el desarrollo de la empresa, tenemos ya 90 tiendas y continuamos abriendo más". A este respecto Jesús del Pozo no es tan optimista: "Hasta que apareció Cibeles realmente no hubo una verdadera reacción y repercusión internacional de la moda española. Aunque aquello fue absolutamente productivo para mí, me mantengo en esperar a que exista una verdadera estructura de producción".
En la presentación de la Pasarela Manuel Piña, enfundado en un largo abrigo negro y tocado con un sombrero a lo Bogart del mismo color, sin su parche sobre el ojo y sacando fuerzas de donde no las hay, había hecho una dramática llamada de alerta: "El futuro cada vez es más oscuro. No podemos decir siempre que sea cuestión de crisis sino de orientación del joven talento. Hay que cuidar el futuro. de los nuevos valores".
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