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La ruleta de la predicción

Las previciones sobre el crecimiento económico son totalmente divergentes

"Es en los momentos de cambio de tendencia justo cuando las divergencias sobre las previsiones son más fuertes", señalan algunos analistas económicos al comentar la fuerte dispersión que hay en la actualidad sobre cuál puede ser finalmente el crecimiento del producto interior bruto (PIB) en 1994. El abanico actual oscila entre quienes señalan que, en el peor de los supuestos, la economía en este año seguirá cayendo hasta quienes cifran en un 1,5% el crecimiento positivo que se experimentará. Entre ambas posiciones caben casi todas.La presentación de las estimaciones de crecimiento económico al cierre del ejercicio de 1993 ha empezado. El Banco de España y algunos servicios de estudios privados lo han hecho ya. El Ministerio de Economía lo hará en los próximos días. La coincidencia parece general en cuanto a que el cambio de tendencia iniciado en el tercer trimestre se ha mantenido en el cuarto y que ello permitirá tasas positivas de crecimiento desde el primer trimestre de 1994, aunque algunos expertos (como la fundación de las cajas de ahorro o Analistas Financieros Internacionales) discrepan, ya que entienden que en 1994 seguirá teniendo lugar una caída del PIB.

El Banco Central Hispano es la primera de las instituciones privadas que, con cifras de noviembre, señala que la variación del PIB en el cuarto trimestre de 1993 en relación al mismo periodo del año anterior ha sido negativa en una décima. El ciclo de la recesión habría terminado ya y se estaría en la actualidad en tasas positivas interanuales. La recesión, iniciada en el último trimestre de 1992, cuando el PIB cayó en seis décimas en relación al año anterior, alcanzó su máxima intensidad en el primer semestre del año pasado, cuando el PIB descendió un 1% en cada uno de los trimestres. En el tercer trimestre, la caída fue del 0,6% y en el último se redujo a una décima.

Ello significa que, teniendo en cuenta la variación de un trimestre sobre el inmediatamente anterior, en los dos últimos se ha producido un crecimiento positivo, de seis décimas aproximadamente. Algo con lo que coincide sustancialmente el Ministerio de Economía, cuyo servicio de coyuntura estima que la evolución del cuarto trimestre de 1993 ha sido similar a la registrada en el tercero, en el que ya se había producido un crecimiento positivo y que ha sido ratificado por el último informe del servicio de estudios del Banco de España.

Impulso del sector exterior

Las razones que explican el mantenimiento del cambio de tendencia que lleva a la salida de la recesión se centran sobre todo en el fuerte impulso del sector exterior que, si en el primer semestre de 1993 aportaba un 2% de crecimiento al PIB, en la segunda mitad del año pasado ha aumentado hasta el 2,8% que casi equilibra la caída de la demanda interna, cifrada a finales del año en el 2,9%.Pero no sería sólo el fuerte crecimiento de las exportaciones el que estaría ayudando a la tímida recuperación de la economía. La demanda interna, aunque sigue con tasas negativas de importancia, se ha estabilizado en los últimos meses. Tanto el consumo privado como la inversión, componentes esenciales de la demanda interna, han detenido su caída en la última parte del año pasado, como vendría a demostrar el crecimiento positivo de la producción industrial en noviembre de 1993, por primera vez desde hace muchos meses, y la ligera recuperación de las importaciones -de bienes de inversión sobre todo- que se viene apuntando desde el último trimestre de 1993. El déficit comercial de 1993 se situó en 2,5 billones de pesetas, frente a un déficit de 3,6 billones en 1992, gracias al crecimiento espectacular de las exportaciones (21% en términos nominales) y al débil aumento de las importaciones (2,7%). La caída del tipo de cambio de la peseta ha favorecido en 1993 esta reducción del déficit comercial, lo mismo que ha facilitado unos mayores ingresos por turismo al abaratarse la oferta española frente a terceros países.

Gracias a ello, el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos se ha reducido en un 65% en los 11 primeros meses de 1993, lo que permitirá que al cierre del año el déficit corriente pueda ser de 0,8 billones de pesetas un año antes alcanzó los 1,9 billones), que equivalen al 1,5% del PIB, cuando en 1992 superaron el 3,3%.

La corrección de los desequilibrios exteriores de la economía española va a proseguir a lo largo de 1994, se estima que el déficit corriente estará por debajo del 1% del PIB, pero de manera menos intensa que en 1994. El sector exterior, por tanto, aportará menos al crecimiento positivo de la economía pero ello se compensará con una mayor revitalización de la demanda interna a lo largo del ejercicio.

A pesar de esta revitalización de la demanda interna y de que 1993 acabó con una inflación superior a la prevista por el Gobierno (4,9% frente a 4,5%), la mayor parte de los analistas públicos y privados consideran posible, si se mantiene la moderación salarial iniciada ya en 1993, que este ejercicio acabe con una subida de precios del 3,5% o cercana a esa cifra. Además, los pronósticos apuntan a una inflación subyacente por debajo de la evolución de índice general, lo que permitiría apostar por una recuperación de la actividad más sostenible, aunque sea más lenta.

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