La seguridad de la tropa, primera preocupación del Gobierno español
La seguridad de los 1.200 cascos azules españoles desplegados en Bosnia-Herzegovina es la principal preocupación del Gobierno y explica su actitud ante el cofilcto, que el ministro de Exteriores, Javier Solana, calificó ayer de " generosa y responsable", y que otras fuentes prefieren definirla como "solidaria, pero prudente". Si bien España no se ha opuesto a los ataques aéreos, ha hecho hincapié en los riesgos y consecuencias de esta opción.El vicepresidente Narcís Serra, por su parte, se mostró ayer convencido de que la comunidad internacional encontrará una fórmula para acabar con el conflicto y dijo que lo inaceptable es seguir de brazos cruzados".
El ministro de Defensa, Julián García Vargas, advirtió el martes que los bombardeos pueden suponer un "agravamiento del conflicto", y que la opinión pública debe estar preparada para asumirlo. Ayer, García Vargas intentó restar alarmismo a sus propias manifestaciones y lanzó un mensaje tranquilizador a las familias de los soldados.
Las declaraciones del ministro de Defensa se produjeron después de que el presidente del Partido Popular, José María Aznar, recordara que "el Gobierno tiene la obligación de garantizar plenamente la seguridad de los militares desplegados en la zona" y reiterara la petición de su partido para que no se releve al actual contingente español, lo que equivale a una retirada. García Vargas pidió que se eviten polémicas públicas al respecto.
Tanto Solana como García Vargas han reiterado que están ya tomadas todas las medidas posibles para proteger a los cascos azules y que la zona española no es, en todo caso, la más expuesta a represalias.
El ministro español de Exteriores, Javier Solana, calificó ayer de "magnífica noticia, si se cumple" el anuncio de un alto el fuego en Sarajevo y de la retirada de las piezas de artillería serbia, aunque recordó que hasta ahora se han incumplido todos los compromisos alcanzados en esta guerra, y que la amenaza de bombardeos aéreos para levantar el cerco a la capital bosnia se mantiene.
Solana hizo estas manifestaciones tras reunirse en Madrid con su colega ucranio, Anatoli Zlenko, quien se mostró contrario a la intervención de la OTAN. Según Zlenko, los bombardeos "podrían provocar víctimas no sólo entre la población civil sino entre los cascos azules".
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