La UE exige a los serbios el fin del cerco de Sarajevo bajo la amenaza de un ataque aéreo
El Consejo Atlántico discutirá mañana posibles medidas de fuerza
La mayor matanza civil de la guerra en Bosnia (el pasado sábado, 68 muertos en un mercado de Sarajevo) cambió ayer totalmente el paso de los ministros de Exteriores de los Doce, que se reunían en Bruselas en su primer Consejo de Ministros de este año. En un durísimo comunicado, la Unión Europea (UE) exige el levantamiento del cerco que, desde hace 22 meses, estrangula a la capital de Bosnia, bajo la amenaza de utilizar "todos los medios, comprendidos los aéreos". Los grupos armados que se mueven en la zona recibirán un ultimátum para que levanten el cerco. Una vez expirado, llegaría el momento de lanzar bombardeos selectivos sobre quienes se dedican a hostigar la ciudad, es decir, las milicias serbias.
Las diferencias entre los Doce sobre el tratamiento que requiere la nueva fase de la guerra quedaron expuestas en público por los propios ministros, en una rueda de intervenciones sobre el programa de trabajo durante la presidencia griega del Consejo.Los ministros británico y español, por ejemplo, pusieron especial acento en la imposibilidad de una paz que no sea negociada, aunque ninguno de los dos descartó la utilización de medios militares.
Los ministros francés y belga, en cambio, fueron más firmes respecto a la necesidad de amenazas inmediatas y contundentes. La presidencia griega del Consejo de Ministros, sin embargo, pasó de puntillas sobre Bosnia, sin apenas énfasis sobre la matanza del pasado sábado.
El comunicado de los Doce pide precisamente la convocatoria de un Consejo Atlántico que ponga a disposición del secretario general de Naciones Unidas una fuerza aérea capaz de garantizar la seguridad de Sarajevo. Apela también a "todos los medios necesarios, incluyendo la utilización de la fuerza aérea", para el caso de que no se levante el cerco de la capital bosnia.
No es ninguna casualidad que en un día dramático como el de ayer se apoye la acción de los negociadores y se propugne una administración de la ONU para Sarajevo. Los Doce no discutieron otras soluciones alternativas, como la solicitada por el Gobierno de Bosnia y apoyada por Estados Unidos y Alemania, de un levantamiento del embargo de armas para los musulmanes. Sí dejaron entender, en cambio, que desearían una mayor implicación directa, aunque fuera meramente simbólica, de soldados norteamericanos en la Unprofor (Fuerza de Protección de la ONU).
Simultáneamente a la cita de los ministros de los Doce se reunió informalmente ayer mismo el Consejo Atlántico, para atender la petición de Butros Butros-Gali sobre el uso de la fuerza aérea. Desde el pasado verano, la OTAN ha elaborado por encargo de la ONU sucesivos planes de actuación en Bosnia. La aprobación de un nuevo plan para Sarajevo será abordada mañana, en el Consejo Atlántico de cada miércoles.
La acción que se pide ahora para proteger Sarajevo no necesita ser ratificada de nuevo por el Consejo de Seguridad de la ONU, según argumentaban ayer buena parte de los socios de la UE. Otros, empezando por la presidencia griega del Consejo de la UE, tienen posiciones más reservadas. El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, manifestó que eran de esperar consultas informales con los miembros del Consejo de Seguridad, pero no una reunión formal del mismo, pues abriría la puerta al veto ruso.
El mensaje que emitían los Doce con vistas a la opinión pública internacional es que el ultimátum a los beligerantes y principalmente a los serbios que cercan Sarajevo, así como la orden de proporcionar cobertura militar inmediata, corresponde exclusivamente al secretario general de la ONU.
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