América se aleja
La gente de Europa occidental debería enfrentarse al futuro sin disimulo y tener en cuenta tres datos: la amenaza comunista, tal y como se materializaba en la URSS, ha terminado, pero Rusia seguirá siendo una superpotencia militar. En el centro del continente, de norte a sur, los antiguos satélites han liberado desde su independencia unos impulsos difícilmente controlables. Estados Unidos, sin haber caído en el aislacionismo, no puede por más tiempo -tras la victoria de la economía de mercado- sentirse tan implicado en nuestra propia seguridad.Este triple hecho nos permitiría comprender mejor, de una parte, la oposición de Moscú a una ampliación de la OTAN (...), y de otra, la flexibilidad de Washington, que parece, en respuesta, contentarse por el momento (...) con una "asociación para la paz", fórmula transitoria imprecisa en su contenido y en su duración. Esto nos prohibiría, sobre todo, esquivar, como ha sido el caso hasta ahora, el problema de una defensa común que descansase en gran parte en la voluntad y en los medios de la Unión Europea. (...) Hoy, los europeos descubren, un poco espantados, un margen de acción que no sospechaban, un tipo de vacío en sus mismas puertas; el drama yugoslavo lo demuestra. ¿La única solución (...) no sería enfrentarse a la llegada progresiva, en la Unión de los Doce de los países de Europa central más evolucionados económicamente?
30 de enero