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Reportaje:

Los tartaros llegan a Leganes

El presidente de una república rusa visita Madrid en busca de inversiones

Ayer no sólo hubo bosnios en Leganés. También hubo tártaros. Una delegación de la república de Tartaros, integrada en la Federación Rusa, encabezada por su presidente, Mintimer Shaimíyev, visitó Parquesur, un gran centro comercial y de ocio. Junto con un encuentro con el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, la delegación de Tartaria inició su visita oficial de cinco días a la región. La invitación ha sido del Gobierno de Joaquín Leguina, pero los propios tártaros corren con los gastos.El presidente Mintimer Shaimiyev y su delegación (15 personas en total) viajan a Madrid en busca de inversiones. Con este fin, la Consejería de Economía les ha preparado el programa de, visitas: contactos con la Cámara de Comercio, con los banqueros, los constructores, la industria alimentaria y la petroquímica. Todo ello sin olvidar la inauguración, mañana, de la feria de turismo Fitur en los recintos de Ifema. El miércoles, visita a Mercamadrid y firma de un convenio de colaboración entre Madrid y la república de Tartaria, una república integrada en el seno de la Federación Rusa. Precisamente ese rango ha impedido que Mintimer Shaimíyev sea recibido en La Zarzuela y La Moncloa, tal como deseaba, según explicó uno de los organizadores.

La jornada del jueves, la de la huelga general, se dedicarán a visitar Toledo. El viernes, la visita al museo del Prado y a la colección Thyssen pondrán el broche cultural al viaje.

¿Tártaros o chechenos?

El alcalde de Leganés (190.000 habitantes), el socialista José Luis Pérez Ráez, esperó durante una hora la llegada de la comitiva a la puerta de Parquesur. "Hombre, que yo recuerde es el primer presidente de república que nos visita", comentaba el regidor. En el grupo que aguardaba para dar la bienvenida se cruzaban datos sobre Tartaria y su petróleo, pero nadie situaba muy claramente en el mapa sus 68.000 kilómetros cuadrados y cuatro millones de habitantes a las orillas del Volga. Había incluso quien confundía tártaros con chechenos.El presidente llegó con retraso y con buen humor. Las peleterías atrajeron su atención. "Nosotros tabajamos mucho la piel, pero éstas prendas me parecen caras", señaló. Las carnicerías, abundantes en jamones colgados, también le interesaron. Ante la comitiva, un tendero exclamó. "Así por lo menos se llena el mercado". El presidente también se interesó por una joyería, a la que hizo la competencia. Frente a ella regaló un reloj tártaro -"el que llevan los cosmonautas" al alcalde y otro al director de Parquesur. Compartió pasillos con amas de casa que empujaban el carrito sorprendidas al ver el grupo. También recorrió los pasillos de Alcampo, entre pañales y bebidas y visitó Galerías. Shaimíyev hizo honor a su nombre (que significa hierro) y logró marcharse sin comprar nada.

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