_
_
_
_
GUERRA EN LOS BALCANES

Los españoles no quieren ser 'paisaje'

Miguel González

"Los cascos azules no pueden convertirse en parte del paisaje del conflicto", ha dicho el ministro español de Defensa, Julián García Vargas. "España no tiene vocación de permanencia en Bosnia", ha advertido el presidente Felipe González.Desde el pasado otoño, el Gobierno español, con más insistencia que sus socios europeos, viene advirtiendo sobre una eventual retirada de sus tropas de la antigua Yugoslavia si, pasado el invierno, no hay atis6os de acuerdo entre las partes.

Fuentes del Ministerio de Defensa recuerdan que, cuando los cascos azules llegaron a Bosnia, hace ya más de un afilo, llevaban una doble misión: proteger la ayuda humanitaria y crear un clima propicio al crear un clima propicio al acuerdo entre los contendientes.

Más información
La ONU mantiene su política de presencia militar en la antigua Yugoslavia, pase al relevo de los altos mandos

La primera misión se ha cumplido sólo en parte, pero la segunda ha sido un fracaso absoluto. "Los beligerantes se han desentendido de la suerte de su población, dejándola en manos de la ONU, y han convertido la ayuda a sus vecinos en moneda de cambio de la guerra, un elemento más de presión sobre el adversario", se quejan los responsables españoles.

En Madrid no faltan ganas de marcharse, pero nadie se atreve a correr con las críticas que supondría ser el primero en arrojar la toalla. Por eso los gobiernos europeos se miran de reojo, pendientes de los movimientos de sus socios. "Además, abandonar ahora sería reconocer el fracaso absoluto de la ONU, la Unión Europea, la OTAN y la comunidad internacional en su conjunto, condenar a la población civil a una masacre", agrega la misma fuente.

La elección del final del invierno como fecha para replantearse la presencia de los cascos azules no es casual. La nieve obliga a reducir las actividades militares y los bandos utilizan este periodo para reponer fuerzas y preparar las ofensivas de primavera. El Partido Popular se ha adelantado a pedir que no se releve al actual contingente y que, por tanto, se retiren las tropas españolas.

García Vargas, preocupado por la imagen internacional de España, empieza a sugerir que no es probable una retirada completa, pero sí una reducción de las tropas de la ONU a niveles testimoniales. Algo que, en todo caso, sólo serviría para ganar tiempo y para ir prepararando el abandono total. "Que nadie piense que la retirada es fácil. Podría darse la paradoja de que los cascos azules tuvieran que hacer uso de la fuerza precisamente para marcharse", advierte un militar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_