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GUERRA EN LOS BALCANES

La ONU mantiene su política de presencia militar en la antigua Yugoslavia, pase al relevo de los altos mandos

Ramón Lobo

La Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en la antigua Yugoslavia ca-nibia de generales, pero no de política. En menos de un mes,. la ONU ha anunciado el relevo anticipado de sus principales mandos: el francés Jean Cot y el belga Francis Briquemont, quienes habían vertido duras críticas contra sus mentores políticos. Detrás del cansancio de los cascos azules se esconde un dilema: ¿debe la Unprofor retirarse de Bosnia o endurecer la interpretación del mandato de la ONU? La mayoría de los mandos allí desplegados optan por la retirada. Lo otro, dicen, sería convertir Bosnia en otra Somalia.

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Mientras que en el cuartel general de la OTAN en Bruselas se juega a la guerra sobre un mapa de Bosnia, con supuestos de ataques aéreos, en el despacho del secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Galí, en Nueva York, se acuerda el sorprendente relevo del general Jean Cot, jefe de Unprofor en la ex Yugoslavia. Su inesperada marcha se producirá después de la anunciada por el general Francis Briquemont, jefe de Unprofor en Bosnia-Herzegovina,Cot y Briquemont, como ya ocurriera en agosto, se han opuesto rotundamente a la idea de lanzar ataques aéreos selectivos sobre posiciones serbias, medida que consideran poco eficaz y peligrosa para los cascos azules, quienes padecerían la represalia de los agredidos.

"Esto no es el Golfo, con dos Ejércitos diferenciados", asegura uno de los militares del Estado Mayor avanzado de Briquemont en Sarajevo. "Aquí no se pueden utilizar los misiles inteligentes sin el riesgo de provocar una matanza de civiles".

Los cascos azules de países occidentales -Reino Unido, Francia, Canadá y España, fundamentalmente- amagan con una retirada. "No es lógico que estemos aquí amparados por un mandato que pretende preservar la unidad de Bosnia mientras que se negocia a la vez la partición del país en tres Estados", asegura un alto militar de Unprofor en Sarajevo.

La situación ha variado por completo desde mayo de 1993, cuando empezaron los combates entre croatas y musulmanes en Bosnia central y Herzegovina. La misión de Unprofor era, con anterioridad, escoltar convoyes de ayuda humanitaria. Ahora, esta misión se ha ampliado a la de fuerzas de interposición entre bandos que no respetan los acuerdos firmados por ellos mismos, En este escenario, además de los ataques aéreos selectivos, hay tres posibles soluciones.

Las tres opciones militares

Opción militar. Quitar la funda azul a los cascos de Unprofor y convertir a las tropas allí desplegada en unidades de combate. Esto, dicen los expertos, sería un suicidio. Los cascos azules carecen de medios adecuados para defenderse y no están en condiciones de transformarse en una fuerza ofensiva. Sería necesario rediseñar toda la operación y enviar una fuerza de intervención. El Instituto de Estudios Estratégicos de Londres ha cuantificado esta fuerza en 500.000 hombres.

Opción intermedia. Agotar las posibilidades del mandato de la ONU hasta las últimas consecuencias, utilizando la fuerza, si fuera necesario, para hacer cumplir la misión humanitaria prevista. Enviar nuevos soldados y evitar el folclorismo de tropas como las de Malaisia o Egipto,que sólo sirven a las campañas de imagen de Butros-Gali.

El nombramiento del general brit.anico Michael Rose para suceder a Briquemont puede ser la señal de cambio. Rose, ex jefe de las SAS, una unidad de élite británica, en la guerra de las Malvinas, es un hombre de acción. Otro dato: Francia desea que el general Lapresle, antiguo jefe de la fuerza de despliegue rápido -otro hombre de acción-, sea el sustituto de Cot.

Hasta ahora, los cascos azules británicos desplegados en Bosnia central han sido los más dispuestos a responder al fuego enemigo. Son odiados y respetados por croatas, musulmanes y serbios. Los británicos poseen el rnaterial adecuado rara llevar adelante esta política de fuerza limitada. Disponen de carros de combate Warrior, acorazados mediante el sistema Chobam, lo que les permite, en teoría, resistir el. impacto de un misil antitanque tipo Milano. Los cascos azules españoles, en cambio, no disponen de un material similar.

Esta opción presenta graves riesgos. Uno de ellos es convertir a las fuerzas de Unprofor en un cuarto bando, obligado a guerrear con los otros tres. Fuentes de Unprofor alertan de la existencia de dos precedentes: Somalia y Vietnam. Si hubiera que abandonar con urgencia Sarajevo, dicen, sería como en Saigón: agarrados de los patines de los helicopteros.

Opción seguir igual. Es decir, asistir como observadores. negociar pacientemente con las partes el paso de cada convoy y pagar peaje -entregar dos camiones a los serbios, por ejemplo, para que éstos permitan el paso de otros dos para los musulmanes- en cada pueblo. Ser testigos amordazados de violaciones de los derechos humanos o de limpieza étnica. Esta opción, que se genera por la parálisis diplomática, provoca el rechazo unánime de los cascos azules: para seguir así, mejor irse de inmediato.

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