La batalla de los servicios mínimos se centra en los trenes de cercanías

C. P. El tira y afloja en los servicios mínimos para la huelga general del día 27 en los trenes de cercanías se ha convertido en el principal pulso en las negociaciones entre el Ministerio de Transportes y los sindicatos. Ese subsector, junto a los transportes urbanos, es fundamental para lograr el mayor impacto del paro en la vida ciudadana. Los desacuerdos persisten también en el transporte por carretera.

En la tarde de ayer se celebró la tercera reunión negociadora. La discusión se dedicó a terminar de perfilar el principio de acuerdo logrado en la noche del jueves para el transporte aéreo y marítimo, donde ayer surgió un problema con los vuelos internacionales que conectan con las ciudades europeas, que los sindicatos quieren que no funcionen.En el servicio del transporte por carretera todavía persisten las dificultades, ya que la Administración propone que funcionen en un 40%, mientras que los sindicatos plantearon anoche que haya un autobús de ida y vuelta por línea en aquellos servicios que tienen hasta cuatro expediciones y de dos autobuses para los que tienen más de cuatro.

Pero donde las dificultades son mayores es en el funcionamiento de los trenes de cercanías, sobre todo fuera de las horas punta -entre las 6 y las 9 horas y las 18 y las 21 horas- Transportes quiere que circule un-25% de los convoyes habituales en las horas valle y el 50% en las horas punta.

Los sindicatos flexibilizaron anoche su petición y ahora aceptan que funcionen trenes de cercanías durante todo, el día, con un 30% en horas punta, y en el resto del día, un tren cada dos horas por relación y sentido. Al cierre de esta edición, la administración estudiaba esa nueva propuesta presentada por los representantes de UGT y CC OO para ver si la consideraba aceptable.

En largo recorrido, en cambio, el ministerio de Transportes está dispuesto a que no circule ningún tren, pese a que las centrales sindicales admitirían un total de 21 trenes, la mitad de ellos para enlazar Madrid con las principales ciudades.

Paralelamente a la negociación en el transporte que depende de la Administración, la patronal privada del sector hizo pública su posición ante el paro general del próximo jueves. La Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM), la mayor patronal del subsector, recomendó a sus afiliados que trabajen ese día, siempre que los clientes les den carga de trabajo. Esta organización cuenta con 27.000 empresarios afiliados, el 82% de ellos autónomos.

El presidente de la CETM, Alfredo Irisarri, afirmó ayer que la mayor parte de los integrantes de la organización se opone a la huelga, pero reconoció que el paro en las empresas de carga restará actividad en las de transporte.

En el sector eléctrico no ha habido acuerdo. Los sindicatos consideran abusivos los servicios mínimos propuestos por el Gobierno. Su propuesta de garantizar el suministro eléctrico en las mismas condiciones que un día festivo no fue aceptada.

Tampoco hubo entendimiento en los servicios telefónicos, ya que la dirección de la empresa ha fijado los servicios mínimos en un 6,5% para las grandes ciudades y aquellos lugares donde la plantilla sea más numerosa, y un 10% para las localidades en que el número de empleados sea escaso. Los sindicatos demandaban garantizar el 5% del servicio en todos, los centros de Telefónica.

No se llegó a un acuerdo sobre el servicio en el ente público Retevisión, que proporciona la transmisión de la señal de todas las empresas de televisión, Radio Nacional y la agencia Efe. El pacto no fue posible tampoco en las gasolineras.

Sí hubo acuerdo en Correos: el día 27 se efectuarán los servicios urgentes tanto en correspondencia como en los servicios telegráficos. Para ello, habrá una persona en cada oficina provincial y en las sedes técnicas de la compañía.