Bailaores de raza

Son gitanos y de familia de bailaores. Se colocan sobre el tablado, levantan los brazos y ya dan esa imagen inconfundible de los bailaores de raza. Estos hermanos Reyes están comenzando a arrancar en el espectáculo con autonomía, y con toda seguridad darán mucho que hablar porque lo están haciendo muy bien. Llevan una línea excelente, de sobriedad expresiva y de respeto a lo que es la verdad del baile jondo, sin meterse en camisa de once varas. Manuel bailó por soleares con prestancia y flamencura, dejando bien sentado que, pese a sus 19 años, está ya en posesión de los mimbres necesarios para hacer un baile de gran entidad, con enjundia y gracilidad. Antonio, en bulerías por soleá, tras unos primeros momentos iniciales en que parecía no encontrarse muy a gusto en el escenario, se afirmó pronto y derrochó personalidad, autoridad y dominio.