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La Audiencia Nacional investiga el posible asesinato de un jefe de los GAL en una cárcel francesa

Manuel García Castellón, titular del juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, investiga la muerte en prisión en extrañas circunstancias de Pedro Sánchez, presunto jefe de los GAL en Francia, el 25 de septiembre de 1986. Mohamed Talbi, uno de los condenados por el secuestro de Segundo Marey en 1983 -primera acción de los GAL- y un declarante anónimo apuntan la posibilidad de que el detenido no muriese realmente de cáncer, sino envenenado por un funcionario de prisiones sobornado por esta trama, que le habría administrado un fármaco letal.

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'Monsieur X'

El juez García Castellón, a través de Interpol, ha reclamado de las autoridades judiciales francesas que informen si se inició algún procedimiento judicial sobre dicha muerte, que eliminó un testimonio crucial, y ha solicitado copia del certificado médico sobre las causas de dicho fallecimiento. Según un testigo, se le suministró una sustancia con alto contenido de estrógeno que causa la muerte sin dejar rastro.La reactivación del caso Marey, que permaneció congelado hasta este verano, por un problema burocrático de falta de personal para traducir el sumario francés sobre este hecho, está haciendo aflorar nuevos datos sobre la trama de los GAL, que el juez del caso y la fiscalía de la Audiencia Nacional intentan despejar. Segundo Marey, ciudadano francés residente en Hendaya, fue secuestado en diciembre de 1983 por los GAL, que lo consideraron colaborador de ETA. Fue liberado una semana después.

'El legionario'

Uno de los interrogantes fundamentales se refiere a la muerte de Pedro Sánchez, el legionario, denominado por sus subordinados "comandante de la costa vasca" de los GAL en territorio francés. Esta persona, según los testimonios de los dos condenados en Francia por el secuestro de Marey -Mohamed Talbi y Jean Pierre Echalier, igualmente ex legionarios franceses-, se encargó de captar a ambos para la guerra sucia y era el interlocutor directo con José Amedo, subcomisario condenado a 104 años por su implicación con los GAL.Según el testimonio de un informante anónimo ante un juez francés, Sánchez, tras ser detenido horas después del secuestro de Marey en el puesto fronterizo de Dancharinea, fue contactado por Amedo mediante un letrado francés. El mensaje fue claro: que se mantuviera mudo. La organización se encargaría de financiar su defensa y lograr su puesta en libertad. No tardó en ser excarcelado. '

Sánchez hizo ver a Amedo que quería abandonar el territorio francés y cortar con los GAL. Amedo le exigió continuar trabajando con esta trama, según este declarante. Cuando meses más tarde volvió a ser detenido, Sánchez perdió los nervios e hizo llegar un inquietante aviso a Amedo: si no salía inmediatamente de prisión y del territorio francés, denunciaría que trabajó a las órdenes del subcomisario.

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Amedo se inquietó y se puso en contacto con un policía francés vinculado a los GAL, que tenía rango de inspector principal de Bayona, según este declarante. J. C., -éstas son las iniciales de este funcionario sobre el que no consta que se hayan abierto diligencias pese a que esta declaración tiene ya años- tranquilizó a Amedo. Le hizo saber que disponía de un funcionario fácilmente sobornable en la prisión donde se encontraba Sánchez.

El plan ideado por el policía francés para liquidar al antiguo legionario consistía, previo contacto con un médico ex miembro de la OAS (Organización del Ejército Secreto, banda terrorista contraria a la independencia dé Argelia), en suministrar un fármaco indetectable en controles de sangre u orina y que, suministrado en pequeñas dosis, acababa produciendo una muerte de apariencia natural. El fármaco, con alto contenido en estrógenos, debía ser suministrado por el funcionario de prisiones.

La hipótesis del asesinato es corroborada por Mohamed Talbi en su declaración ante Baltasar Garzón, entonces juez instructor del sumario principal de los GAL y hoy delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, en Interior. Talbi apreciaba "condiciones sospechosas" en tal muerte.

Dolor en el tórax

Según informes médicos de la época, Sánchez fue tratado en la prisión de Gradignan de unos intensos dolores en el tórax con análgesicos y antiinflamatorios. Dado que los dolores. no remitían, fue tratado en la clínica Bagatelle. En la exploración pulmonar, el 6 de julio de 1986, se Id apreció un derramamiento de la pleura, un prurito de líneas oscuras y una ictericia. El 8 de agosto, el cuadro ya era de anorexia, ictericia, acusada presencia de fosfatasas alcalinas y un derramamiento pleural. Una ecografía, de baja fiabilidad según los médicos, apuntaba un tumor maligno en el páncreas con metástasis en los pulmones, diagnóstico confirmado por otras pruebas.Pero García Castellón, que en esta investigación ha contado con el apoyo de la fiscalía de la Audiencia Nacional, no se limita a tratar de- esclarecer la muerte de este detenido, cuyo testimonio habría sido clave. El juez ha vuelto a requerir a las autoridades judiciales francesas su petición del pasado 4 de noviembre, donde se reclamaba la localización de los dos condenados por el secuestro de Marey, Talbi y Echalier, para su interrogatorio por la autoridad judicial española. Ambos se hallan libres tras cumplir condena. Igualmente se ha reclamado a la Jefatura Superior de Policía de Bilbao que acredite si en diciembre de 1983 correspondían a la misma tres números telefónicos hallados en poder de Sánchez.

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