Gobierno argentino, preocupado ante un eventual estallido social
La revuelta campesina en el Estado mexicano de Chiapas y los motines de hace un mes en la provincia de Santiago del Estero, situada en el norte de Argentina, preocupan al Gobierno argentino, que parece dispuesto a tomar medidas para prevenir un posible estallido social.Circulan rumores sobre la posible presencia en Argentina de elementos de la organización terrorista peruana Sendero Luminoso, y también de Enrique Gorriarán Merlo, quien hace cinco años dirigió la acción de un grupúsculo de ultraizquierda contra el cuartel de La Tablada, en las afueras de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, el diario de izquierda Página 12 publicaba ayer en primera página la información exclusiva, atribuida a una alta fuente oficial", de que el Gobierno "decidió la creación de una fuerza de despliegue rápido para sofocar cualquier estallido".
Fiel al refrán "cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", el presidente Carlos Menem convocó a sus ministros en plena canícula del verano austral, en la quinta presidencial de Olivos, para tratar el tema de prevenir un estallido social. "Chiapas estuvo en Olivos", titulaba en primera página el diario conservador La Nación.
Más cerca que Chiapas se encuentran las provincias del norte argentino. Tan sólo hace un mes ardió Santiago del Estero, donde las turbas, enfurecidas por la falta de pago de sus salarios, incendiaron y demolieron casi todos los edificios oficiales y residencias privadas de los políticos.
La psicosis de estallido social en Argentina está alimentada, además, por la realidad de la difícil situación que atraviesan las provincias del interior.
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