Rabat intenta domesticar su propio integrismo
El Gobierno prepara la libertad del líder de la más importante organización integrista marroquí
El número 367 de la calle de Khouzairane, en Salé, es un pequeño y discreto chalé, rodeado por un minúsculo jardín, en el que vive recluido bajo arresto domiciliario desde hace más de cuatro años Abdesalam Yasin, el número uno de, la más importante organización integrista clandestina marroquí: Justicia y Caridad. Sin embargo, todo parece indicar que en las próximas semanas la puerta de esta casa podría entreabrirse y su huésped recobrar la libertad.El miércoles, 12 de enero, la voz de este líder fundamentalista, sexagenario, funcionario del Ministerio de la Educación, llegó hasta el Parlamento de Rabat gracias a una interpelación presentada por un diputado del Istiqlal -nacionalista de oposición-. El diputado Abderrahmane Lahrichi solicitó la libertad de Yasin, asegurando que su arresto es "contrario a las leyes, al Estado de derecho y a la justicia".
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