La duquesa de Kent estará hoy sola en su acto de conversión al catolicismo

La reina Isabel de Inglaterra, jefe de la Commonwealth y cabeza de la Iglesia anglicana, no asistirá hoy a la ceremonia de renuncia a la fe anglicana y conversión al catolicismo de la duquesa de Kent, esposa de un primo hermano suyo. La ceremonia,que presidirá el cardenal Basil Hume en el obispado de Westminster, se celebrará en la intimidad, sin la presencia de la monarca y los familiares más cercanos. La reina asistió, por primera vez, a una misa católica el año pasado, en el funeral del rey Balduino de Bélgica.

Desde 1701, los monarcas británicos y sus consortes deben profesar la fe anglicana, por cuya ortodoxia deben velar. El Gobierno tiene el poder, en teoría, de demandar la abdicación del jefe de Estado que no cumple este requisito.La decisión de la duquesa de Kent, que ha preferido seguir la senda espiritual de la Iglesia católica romana, ha suscitado críticas contra una normativa que, con el paso de los siglos, resulta obsoleta. Ayer, lord William Ress-Mogg, ex director del diario The Times, pedía en las páginas de opinión del diario la revisión de la Ley de Sucesión, cuyos apartados imponen una rigurosa"discriminación religiosa" a los presentes monarcas y sus sucesores. "John Major [primer ministro conservador] debería invitar a los tres principales partidos políticos a presentar una declaración conjunta declarando la ley obsoleta y prometiendo su abolición cuando sea necesario".

Ress-Mogg, una autoridad dentro de la prensa británica, insiste en que su propuesta parte de una defensa de la tolerancia religiosa, pero reconoce que no hay "señales" que sugieran que el heredero, el príncipe Carlos, pretenda seguir el ejemplo de la duquesa de Kent. Pero advierte: "Si el príncipe Guillermo [segundo en la línea de sucesión] decidieracasarse con una católica romana, este hecho no debería impedirle acceder al trono".

El ex obispo de Leeds declaró ayer a un diario británico que la duquesa de Kent solicitó sus consejos sobre su reconversión a la fe católica "hace 10 o 12 años". Entonces, la duquesa evitó dar el paso debido a las repercusiones que causaría en la familia real: "Pensó que la dañaría gravemente", asegura el obispo.

Tras* la duquesa de Kent, podría suceder la renuncia al anglicanismo del ministro conservador, John Gummer, quien airea sus recelos sobre la aceptación de mujeres al sacerdocio en una sesión del Sinodo.