Los Magos emocionaron a 500.000 madrileños

Alrededor de 500.000, personas presenciaron ayer la cabalgata de los Reyes Magos en Madrid. Hubo griterío, caramelos y altercados. En la plaza Mayor, donde terminaba el desfile y se ofrecía un espectáculo infantil patrocinado por Antena 3, unas 30 personas se quedaron sin ver las actuaciones a pesar de que llevaban en la mano la requerida invitación. La policía tuvo que intervenir para que la fiesta no acabara a golpes entre los padres y los vigilantes de seguridad. Uno de los padres, desilusionado al ver que no podía entrar, le dijo a su hijo: "Vamos a casa, niño, que se ve mejor en la televisión".

Hubo caramelos, pero no para todos. A Gaspar se le acabaron nada más salir del Retiro. Y eso que nada más comenzar la cabalgata, muy confiado, ordenaba a sus pajes que no escatimaran en repartir dulces. "Tirad, tirad, que hay bastantes caramelos para los niños", decía Felix López Rey, concejal de IU.Este año, los Reyes Magos lanzaron 1.200 kilos de caramelos, cuatro veces más que el año pasado, pero antes de llegar a la Puerta de Alcalá ya había restricciones. "Éstos son los últimos que quedan y tienen que llegar hasta la Puerta del Sol. Así que guárdarlos", ordenó uno de los organizadores, mientras dejaba un par de bolsas de caramelos en la carroza.

Al paso de las carrozas había tanta emoción en la cara de los padres como en la de los niños. "Llevo viniendo toda la vida. Antes acompañaba a mis hijos, pero ahora son mayores y pasan de venir. Por eso sólo vengo con mi mujer. A nosotros también nos hace ilusión", decía Antonio con rostro feliz.

En la plaza Mayor esperaban a la cabalgata 2.000 personas sentadas -las que habían conseguido una entrada- y muchas más apoyadas en la verjas viendo el espectáculo y la llegada de los Reyes en una pantalla gigante. Aunque no todos los que consiguieron entrada se sentaron.

Unos 30 espectadores con invitación discutieron con los vigilantes, pero al final se conformaron, eso sí, con enfado. "Yo no he vendido la plaza Mayor a Antena 3, así que quiero entrar", repetía la madre de un niño que se quedó sin ver a los Reyes Magos.