Pendientes del ordenador
"Las barreras intracomunitarias continuarán existiendo mientras los turismos no puedan circular sin tener que pararse al llegar a la frontera". El gobernador civil de Gerona, Pere Navarro, reconoce así que la libre circulación de personas es la gran asignatura pendiente del Acta Única. Este aspecto del acuerdo comunitario quedó aplazado, poco antes de la entrada en vigor del tratado, por divergencias entre los 12 países -Francia dio un paso atrás tras ganar las elecciones Balladur- y por problemas técnicos.La libre circulación de personas está condicionada a la creación de un gran banco de datos que permita concentrar en un ordenador central toda la información referente a los ciudadanos comunitarios. Según Navarro, "la complejidad de esta operación" es una de las causas del retraso. El gobernador de Gerona afirma que "a lo largo de 1994 desaparecerá el control de personas". Será el efecto más visible de la desaparición de las fronteras, puesto que, a pesar de la enorme repercusión económica de la libre circulación de mercancías -no sólo se ha resentido La Jonquera, sino también las arcas del Estado, que han dejado do ingresar cerca de un billón de pesetas en concepto de tasas aduaneras-, la mayoría de los ciudadanos continúan sin observar ninguna diferencia al pasar de un país a otro.
"La verdadera revolución tendrá lugar este año, cuando no haya que pararse para nada", señala Navarro. Una medida estrechamente ligada a la "sensación de ser un ciudadano europeo". En opinión del gobernador, el golpe recibido por La Jonquera ha sido "muy duro" si se considera que "ha tenido la desgracia de que coincidiera con la recesión económica". La supresión de las fronteras ha reducido también el número de efectivos policiales de la frontera. Los efectivos del servicio de La Jonquera se han reducido a una tercera parte. De 69 agentes en 1992, se ha pasado a 24.
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