Asalto a los teatros
La nueva danza francesa toma por asalto desde enero de 1994, y tras una polémica decisión de gobierno, un elevado número de teatros de provincia en Francia. Como botón de muestra es tán los casos de Angelin Preljocaj al ha ceirse cargo del Ballet du Nord, Daniel Larrieu asume el con trol del Ballet de Tours, François Raffnot llega al Ballet de Le Havre y Catherine Deverries al conjunto de Rhenes. Todos estos nombres constituyen emblemas de modernidad militante y muchos se preguntan qué pasará con el repertorio de todas las épocas y procedencias que han acumulado con anterioridad estas compañías. Otros cambios importantes a tener en cuenta han sido los nombramientos hace algo más de dos temporadas de Pierre Lacotte como director del Ballet de Nancy y de Yorgos Loukos como director del Ballet de la ópera de Lyón.
Más recientemente el Principado de Mónaco confirmó a Jean Christophe Maillot como director artístico de los ballets de Montecarlo, mientras en el Reino Unido Derek Deane se ocupaba del puesto directivo en el English National Ballet.
En todo este baile de nombres y estructuras parte de los beneficiarios son los siempre itinerantes bailarines clásicos españoles que como va siendo habitual, se ven obligados a desarrollar sus carreras profesionales en el extranjero. El movimiento es continuo y continental, proliferan audiciones, ofertas de trabajo y oportunidades a la creación. En definitiva, una dinámica muy en el tono de la cultura general de fin de siglo y algo que el arte de la danza suele siempre agradecer.
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