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La autocartera, un secreto de Estado

Los problemas de Banesto (necesidades de financiación, morosidad, tesorería, autocartera, pérdida en la cartera de valores, moneda extranjera, y otros) han reducido, según información fiable, los fondos propios (capital y reservas) de la entidad a cero. En otros términos: las necesidades diversas (que oscilan en tomo a unos 500.000 millones) ha desplumado el capital de la entidad, que roza los 100.000 millones de pesetas. El nuevo equipo gestor que lidera Alfredo Sáenz tendrá, precisamente, que establecer la situación, pero como mínimo tendrá que proponer una reducción del capital a cero pesetas y un plan para recapitalizar el banco, paralelamente con una cura de adelgazamiento de caballo.El nudo más apasionante de la madeja es la llamada autocartera de Banesto. En los informes analizados en junio de 1992 por el Banco de España, cuando el ex gobernador Mariano Rubio comentó en el consejo ejecutivo la posibilidad de intervenir la entidad por incumplimiento del coeficiente de garantía, los servicios de inspección cifraban la autocartera, directa o indirecta, en un 34%. En roman paladino: más de 200.000 millones de pesetas del flujo del banco fueron drenados por Conde y su equipo para comprar acciones del propio banco a fin de mantener la cotización en Bolsa.

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La instrumentalización de estas operaciones se hacía a través de empleados del banco, fiduciarios diversos estilo Jacques Hachuel, empresas como Oasis Internacional, Dorna, compañías fantasmas como la panameña Namrof y la colocación de títulos en empresas del grupo, como fueron los casos de La Unión y el Fénix, Petromed, Urbis, Asturiana del Zinc et al.

El volumen de la autocartera y las operaciones de aparcamiento son clave para determinar el patrimonio neto de Banesto, ya que si las cifras se confirman, la gestión de Conde no sólo se habría comido el capital, sino que habría vaciado el banco de accionistas importantes, por un lado, amén de generar un patrimonio neto negativo.

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