El escándalo de los afiliados salpica a todos los sectores

El escándalo socialista de León, donde en los dos últimos meses han sido afiliados al partido 1.000 nuevos militantes sin su consentimiento, ha conmocionado a la jerarquía del PSOE. La consternación era ayer patente tanto en el sector renovador, de donde ha partido la denuncia, como en el guerrista, que intenta sacudirse las sospechas descubriendo nuevos casos de irregularidades. "Nos hemos metido en una dinámica infernal que provoca que la gente dé lo peor de sí misma", admitía la diputada Ana Balletbó. Y es que el escándalo salpica ya a todos. La senadora guerrista Nieves Fernández, dirigente de la Agrupación de Laciana, afirma haber detectado 18 agrupaciones fantasma. "En La Vecilla, el PSOE no tiene ni actividad orgánica, ni dirección, ni secretario general, que vive en Francia desde hace cinco años". Desolado, el secretario de organización del partido, José María Benegas, anunciaba una investigación in situ.

La gravedad de las anomalías detectadas en León llevó ayer a José María Benegas a anunciar que se depurará a sus responsables. Según él, la investigación empezó "hace varias semanas" pero ahora se acelerará trasladándose a León una comisión de la ejecutiva que convocará asambleas "en las seis agrupaciones implicadas". El primer objetivo será aclarar a cuántas personas afecta la afiliación forzosa. El método para verificar si los afiliados lo son o no de buen grado será el siguiente, según Benegas: "Los que no acudan a la asamblea se entenderá que no quieren ser militantes del PSOE y serán excluidos del censo del XXXIII Congreso. Los que vayan tendrán que ratificar que están de acuerdo con su afiliación".El nerviosismo de Benegas se acrecentó al admitir públicamente el presidente de la Unión de Campesinos Leoneses (UCL), Gerardo García Machado, que su organización había sido la promotora de la afiliciacón masiva, entre la que aparecen incluso militantes del Partido Popular. García Machado negó que la operación fuese irregular y la justificó, echando más leña al fuego, "para contrarrestar los ataques del secretario general del PSOE de León, José Luis Rodríguez Zapatero". "No pueden hablar de que se trate de una operación de captación de militantes ilegal cuando ellos [los renovadores] han animado a la gente a que vaya a afiliarse directamente a Ferraz [sede del PSOE en Madrid]", espetó el líder de la UCL.

Irregularidades económicas

Las acusaciones mutuas de irregularidades se vienen produciendo entre los renovadores y los guerristas leoneses desde hace meses. Los reproches incluyen no sólo afiliaciones anómalas y agrupaciones fantasma, también aluden a irregularidades económicas, como resultado del impago de cuotas. Estas anomalías afectan de manera determinante al número de delegados a los congresos federal, regional y provincial.Ambos sectores han solicitado a la ejecutiva federal la expulsión de los máximos responsables de estos hechos, que para las dos partes tienen nombres y apellidos: José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE de León desde 1988 (diputado nacional del sector renovador), y Pedro Fernández, alcalde del municipio minero de Villablino y diputado provincial (del sector guerrista). Desde hoy y hasta el próximo jueves están previstas asambleas en Borrenes, Santa María del Páramo y Astorga, donde se darán cita todo tipo de afiliados de las seis agrupaciones locales y en las que está previsto la presencia de los miembros de la Ejecutiva del PSOE Javier Sáenz Cosculluela y Jorge Gómez.

El secretario general del PSOE leonés, Rodríguez Zapatero, denunció ante la ejecutiva federal la afiliación masiva de unas 1.000 personas, en los primeros 15 días de octubre, en seis modestas agrupaciones locales, la mayoría de ellas controladas por la Unión de Campesinos Leoneses (UCL).

Según Zapatero, algunas de estas afiliaciones "sorprendentes" son irregulares. "Muchas de estas personas desconocen que las han afiliado. En algunos casos no consta su domicilio. En otros está cambiado". El líder de la UCL promovió la afiliación masiva a través de cartas en las que solicitaba el documento nacional de identidad y el visto bueno para tomar medidas relacionadas con el sindicato. Más tarde y verbalmente el dirigente de la UCL explicó a los futuros militantes la necesidad de cambiar "con su apoyo" el rumbo del PSOE en León.

García Machado asegura que la ejecutiva socialista de León instó a gente de la UCL, que quería afiliarse al partido, a que formalizara su ficha "en Madrid". Ninguno de estos nuevos afiliados ha interpuesto denuncia alguna ante el PSOE de León o ante los tribunales, según reconoce el propio Rodríguez Zapatero. Miembros de la ejecutiva del Partido Popular de León coincidieron al señalar a este periódico que "ningún partido tiene que entrar a este juego sucio". Para algunos conservadores de León es un "patético" reflejo de la pérdida de poder del PSOE en la región.

Dirigentes de todas las tendencias del PSOE reconocen que el partido se halla inmerso en un proceso de "autodestrucción" de consecuencias imprevisibles. Esta dinámica, que ahora parece preocupar a todos, se arrastra desde el anterior congreso, es decir, hace más de tres años y tiene varios objetivos. Uno, el perseguido por lo que parece la mayoría, que quiere traducirse en la eliminación política del vicesecretario general, Alfonso Guerra y sus seguidores. Otro, la lucha de éstos no sólo por no desaparecer, sino por conseguir antes del congreso de marzo un peso suficiente como para que sean tenidos en cuenta.

Estupor

Numerosos diputados, miembros a su vez de órganos de dirección en sus respectivas regiones, mostraron ayer estupor al conocer las irregularidades ocurridas en León. Aunque destacaron que las cosas no han tomado ese cariz en otras partes, sí reconocen que la lucha por la elección de delegados está tomando unos tintes muy diferentes al de anteriores congresos. Miembros guerristas de la ejecutiva federal se mostraron igualmente consternados por lo sucedido ya que perjudica notablemente al vicesecretario general, Alfonso Guerra, pues se invoca su nombre en batallas "en las que no participa". Estos interlocutores reconocen que este sector está interesado en sumar apoyos para el congreso "pero no de esta manera".Al margen de lo sucedido en León, en muchas federaciones se intuye que por primera vez puede haber dos listas de cara al congreso federal si antes, cosa que no parece probable, Felipe González y Alfonso Guerra no pactan las condiciones del congreso. Por el momento nadie se atreve a afirmar que alguien vaya a votar en contra del secretario general, Felipe González, aunque el último día del congreso, 20 de marzo, presente al congreso una lista con una ejecutiva que disguste a todos los guerristas.

El problema principal que constatan dirigentes nacionales y regionales es que su lucha por el poder se ha trasladado de tal manera a toda la organización que, aunque haya acuerdos en las cúpulas, las batallas locales y provinciales no hay quien las pare. Como ejemplo está Andalucía donde no parece tenerse en cuenta que va a haber unas elecciones autonómicas el próximo mes de junio, sino que lo importante "es quitar no ya al secretario provincial, que también, sino al secretario local de la agrupación".

Por su parte la diputada y miembro del PSC Ana Balletbó ve el proceso precongresual con enorme preocupación. "Nos hemos metido en una dinámica infernal que provoca que la gente dé lo peor de sí misma. Los congresos pasan pero el partido socialista debe seguir por lo que las batallas políticas deben hacerse siempre teniendo en cuenta que no imposibiliten el camino a la mañana siguiente". Balletbó reconoce que también en su organización socialista catalana se está produciendo una "lucha política notable".