Jackson cita la Biblia para explicar su amor a los niños

"No me juzguen como un criminal. Soy inocente" clamó ayer Michael Jackson desde su rancho de Neverland (California), en California. Vestido con una camisa roja, habló por televisión vía satélite. En varios momentos con los ojos llorosos, dijo que su única culpa es haber querido ser como Jesús cuando dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí". "Yo no soy Dios, pero intento ser como Dios en mi corazón" aseguró la estrella del pop.

"He atravesado la experiencia más humillante de toda mi vida", aseguró Jackson, cuando relató las sesiones fotográficas efectuadas en los últimos días por la policía de Santa Bárbara y Los Ángeles. El objetivo de estas fotos y de los exámenes médicos es contrastar las manchas de su piel -afectada por una enfermedad- con la descripción presumiblemente efectuada ante el juez por el niño de 13 años que le acusa de abuso sexual. Jackson confesó que los agentes le fotografiaron la parte inferior del torso, los genitales y las nalgas, y que la policía le advirtió que su negativa a estas investigaciones podría interpretarse como un reconocimiento de culpabilidad en el juicio previsto para el próximo 21 de marzo."Ha sido una pesadilla horrible", señaló Jackson, "pero si esto es lo que tengo que hacer para probar mi completa inocencia , así sea". "Si soy culpable de algo", continuó, también en clave religiosa, "es de haber dado todo, todo lo que tengo, de haber querido a niños de todas las razas y edades y de haber disfrutado con ellos de la niñez que yo nunca tuve".

Los medios de comunicación fueron objeto de una dura condena por parte de Michael Jackson, que aseguró, con la voz temblando de indignación, que todas las acusaciones formuladas contra él son falsas y que las informaciones de los últimos días son totalmente repugnantes. Las autoridades de Santa Bárbara todavía no han hecho públicas las acusaciones contra Jackson.