_
_
_
_

Los estudiantes dan plantón a los 500 policías que tomaron ayer la plaza Mayor

La policía se quedó compuesta y sin estudiantes. Unos 500 agentes de la Policía Nacional y Municipal custodiaron ayer, durante todo el día, la plaza Mayor, donde cada año los estudiantes festejan el comienzo de las vacaciones navideñas, para evitar que se produjeran altercados o no se llenara el lugar de litronas. Pero los estudiantes no acudieron a la cita. Decidieron aplazarla para el próximo miércoles 22, día del sorteo de la Lotería de Navidad. La policía lo sabe y se prepara: para ese día está previsto un despliegue de seguridad similar al exhibido hoy.

Más información
A litro de cerveza los cuatro suspensos

"Ese día el ambiente estará más caldeado", decía un estudiante; "y ya estamos todos deseando que llegue para emborracharnos", comentaba otro; "hoy es una toma de contacto", aportaba un tercero. Todos eran alumnos de COU, y terminaban ayer un mini de cerveza en uno de los bares próximos a la plaza Mayor. Fueron de los pocos que se acercaron en la fría mañana de ayer -cinco grados marcaba el termómetro de la Gran Vía- a la plaza madrileña. Eran pocos pero muy bien vigilados por los agentes del orden, que, con las manos en la espalda, no sabían muy bien qué hacer para no aburrirse demasiado.Los vendedores de la plaza temían la avalancha. Otros años han tenido que cerrar y aún creen que tendrán que hacerlo el día 22. "Yo el año pasado traje hasta un hacha", decía uno de los vendedores de árboles. "No hay derecho a que los jóvenes nos fastidien el negocio", añadía muy seguro al. te. ner a varios policías al lado.

"Volveremos"

En una tasca con olor a fritanga, una pandilla de chicas daba buena cuenta de unos bocadillos de calamares. "Pensábamos que iba a haber mucho ambiente, pero mira que aburrimiento", decía Marisa, una estudiante de Psicología, un tanto decepcionada. "Volveremos el día de la juerga", apostilla su amiga Lucía, estudiante de Derecho. "Hemos venido hoy a dar una vuelta porque dentro de unos días será imposible andar por aquí por el agobio de la gente", decía Marcos, estudiante de Económicas.Apenas un centenar de jóvenes se paseaba a mediodía de ayer por los puestos navideños y aledaños de dicha plaza. El aburrimiento se hacía notar especialmente en las caras de los policías, que vigilaban que los estudiantes no entraran en la plaza con envases de cristal ni con objetos punzantes, utilizables para provocar actos violentos.

"Hoy no hay movida ni la habrá porque los altos mandos nos han dado permiso para que nos tomemos un café", aseguraba uno de los municipales. "Será el miércoles cuando vengan y entonces si habrá follón. Estaremos en guardia desde las siete de la mañana", adelantaba el policía. Precisamente uno de sus mandos, el concejal de Seguridad Carlos López Collado, departía con relajo en un rincón con su compañera María Antonia Suárez, la edil del distrito Centro. Suárez, parapetada dentro de un abrigo de piel, anunciaba que el mercadillo navideño deberá cerrar el día 22. "Este año han abierto los puestos dos días antes que de costumbre, para compensarles", decía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Todo, para evitar que el alcohol, los tóxicos pulverizadores de nieve -que los chavales conseguían en el mercadillo- y la alegría de dejar las aulas no se combinen para que los destrozos sean la tónica, como ocurrió en las navidades de 1990. A partir de entonces, los uniformes policiales se dejaron ver tanto como los estudiantes en la Plaza Mayor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_