A litro de cerveza los cuatro suspensos
"Ática se va de pellas con vosotros. Celebraremos vuestras notas. A partir de cuatro suspensos, mini de cerveza gratis". Tamaño prodigio iba a ocurrir el 22 de diciembre, en un bar del distrito de Aluche (Illescas, 98) y en un día en que los colegios cierran por Navidad.La fiesta de las pellas prometía, con un cartel adosado a la cristalera del bar, divertimento desde las once de la mañana del día de la lotería: un litro de cerveza por cada cuatro suspensos, dos por cada ocho cates y a seguir.
El dueño del bar defendía la idea con el siguiente razonamiento: "Pues regalar un mini de cerveza a los que suspenden es lo mismo que si se nos ocurre regalarlo por ser guapos o por tener los ojos azules".
En Ática pensaban controlar a los malos estudiantes por el sencillo sistema de pedir las notas. En el Ayuntamiento, alertados por un vecino, le daban vueltas a la idea de si aquello no sería incitación a la bebida.
Pero el dueño del bar zanjó el tema a media tarde diciendo al otro lado del hilo telefónico: "Olvídelo, si a mí me va a perjudicar... ahora mismo quito el cartel y ya no hay fiesta de las pellas".
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