Los socialistas italianos respaldan a Del Turco para refundar el partido

El secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), Ottaviano del Turco, dispondrá de poderes especiales para refundar el partido, tras imponerse ayer al ex líder Bettino Craxi y sus seguidores en la reunión de su Asamblea nacional. El ritual de ayer copiaba el que se celebró los pasados meses de mayo y julio, que precipitaron la dimisión del ex secretario Giorgio Benvenuto y su posterior salida del partido. Pero Del Turco se salió con la suya y obtuvo el respaldo de la asamblea del PSI. El ex líder Bettino Craxi criticó las demandas de su sucesor. "Ni en las repúblicas bananeras se piden plenos poderes", comentó Craxi.

Entre mayo y el día de ayer el PSI ha podido comprobar, a través de dos elecciones locales, que prácticamente ha perdido todo el apoyo de los votantes y que, en Italia, cada día resulta más difícil sustraerse a la opción entre derecha e izquierda que ha dominado dichos comicios.Esto explica muchos cambios. Entre otros, el hecho de que Del Turco tenga hoy más seguidores de los que hace siete meses tuvo Benvenuto. Por eso, el riesgo de escisión era ayer alto en caso de que quedara en minoría y dimitiera, como anunció que haría en tal caso. Su probable salida del partido habría tenido todo el carácter de una escisión que dejaría al PSI convertido definitivamente en un reducto residual de Craxi y sus incondicionales.

De ahí que la asamblea de ayer tuviera un ambiente de funeral plagado de desconfianzas y resentimientos. "¿Se imaginan que Andreotti se presentara en una asamblea de la Democracia Cristiana?", comentó Del Turco a los periodistas que le preguntaban sobre la asistencia a la asamblea de los socialistas investigados por presunta corrupción y otros delitos.

"No sé si hablaré pero, por si acaso, he preparado algo", dijo, por su parte un Craxi que entró en la reunión dispuesto a estrechar cualquier mano que se le pusiera delante.

Del Turco advirtió desde el principio que su triunfo en la asamblea significaría "la muerte del partido aferrado a los viejos vicios", y justificó la petición de poderes especiales por la necesidad de conducir al PSI con mano firme hasta la constituyente que pretende convocar el próximo 15 de enero con vistas a "un cambio de función, imagen y, en parte, de nombre" del partido. El actual secretario general criticó estos mismos objetivos el pasado mes de julio, cuando los enunciaba Benvenuto.

En un lenguaje más llano, antes de iniciar su discurso, el secretario general había señalado que "las relaciones con Craxi son tensas, porque él se orienta hacia el centro". Del Turco defendió que "en un país que se divide en dos bloques, la colocación de un partido (como el PSI) que se mantenga fiel a su tradición política está en la izquierda".

Del Turco expresó también el deseo de que "la cultura reformista se imponga en la izquierda". A los que señalan el peligro de entregarse en cuerpo y alma al Partido Democrático de la Izquierda (PDS), el heredero del comunismo que tradicionalmente combatieron los socialistas, y que se alzó con la victoria en toda Italia en las recientes elecciones municipales, aseguró: "No tememos ser aplastados por nadie, y responderemos alzando la bellísima bandera de nuestra independencia".

Craxi y los suyos sostienen que "los socialistas no pueden reforzar confusos bloques seudoprogresistas en los que emergen tendencias autoritarias, justicialistas y maximalistas que resultan inconciliables con la evolución democrática de la sociedad italiana".

En su intervención, el ex líder acusó a Del Turco de "violencia y falsedad" y de haber provocado "desgarros incurables" en el partido, y concluyó, refiriéndose a la petición de plenos poderes para el secretario: "¿Quién es Del Turco, San José? ¿Cuándo tuve yo plenos poderes?". Por primera vez en muchos años, Bettino Craxi fue pitado por muchos de sus ex seguidores.