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El padre del bebé secuestrado es el jefe del Consorcio para los Realojamientos

Jan Martínez Ahrens

El padre del bebé liberado el martes en un altar de San Martín de Valdeiglesias tras nueve horas de secuestro (véase El País Madrid de ayer) es Julio César Fernández Mato, de 41 años, gerente del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, el organismo encargado de erradicar el chabolismo de Madrid. Fernández Mato, un ejecutivo de larga trayectoria en empresas públicas, pagó menos de dos millones por el rescate de Julia, su hija de cinco meses.. Su sueldo ronda los siete millones de pesetas brutas anuales."No soy un hombre adinerado", afirmó ayer Mato, casado y con tres hijos. El dinero lo entregó por la tarde en las inmediaciones de San Martín de Valdeiglesias, una localidad de 5.400 habitantes en el extremo suroeste de la Comunidad.

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La Brigada de la Policía Judicial de Madrid, conocedora del secuestro, no había detenido aún a nadie en la tarde de ayer. "Seguimos investigando", indicó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, quien apenas facilitó información.

El cuchillo y la cuna

La niña fue secuestrada a las 9.45 en el domicilio familiar, ubicado en la capital. La madre estaba de viaje. (Según declaró el padre tras la liberación, quiso mantenerla en todo momento al margen del suceso. Cuando la esposa regresó a Madrid, todo había terminado.) Con la niña se encontraba una asistenta, marroquí, a quien los secuestradores amenazaron con un cuchillo y luego maniataron. Después cogieron a la cría de la cuna.Mientras tanto, Mato vivía ajeno a los hechos que se desarrollaban en su casa. Ese día había acudido a unas jornadas de la Oficina de Cooperación para Actuaciones Preferentes (OCAP), de la Comunidad de Madrid, que se celebraban en el hotel Convención. El tema: Malestar y periferia urbana. Eran las diez de la mañana.En el hotel, Mato recibió una llamada telefónica de sus compañeros del Consorcio. Para evitar el choque, le dicen que han robado en su casa, y Matos le resta importancia al hecho. "Mientras no le haya pasado nada a la niña...", les responde medio en broma. Al otro lado de la línea le aguarda un tenso silencio. Mato se percata de que algo más ha ocurrido. "Iba a ser el día más largo de mi vida", confesó ayer a este periódico.

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Delincuentes de baja escala

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"No se puede ser impasible ante los delincuentes de baja escala, que se mueven impunes. Resulta cada vez más caro ser liberal en una sociedad tan materialista y con gente suelta abocada a hacer salvajadas de este calibre", manifestó ayer el padre del bebé se cuestrado. "Sería más rentable invertir el dinero en programas de prevención de las drogas, la delincuencia y el fracaso escolar", añadió este alto ejecutivo, que ha desarrolado una sostenida carrera junto a la Administración. Incluso ambas esferas -la doméstica y la laboral- se han llegado a mezclar a lo largo de estos años.Julia, la tercera hija de Fernández Mato, nació cinco días antes de que su padre tomase posesión como nuevo gerente del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, el pasado 22 de junio, informa Begoña Aguirre. En sus primeros contactos con los medios de comunicación, a las preguntas por su nombramiento se sucedían otras de carácter personal sobre el retoño.

Vinculado al mundo de la empresa, asegura que asumió su nuevo cometido como un reto. "No quiero creer que el problema del chabolismo en Madrid no tiene solución, si pensase eso no me meto aquí, porque no soy masoca", afirmaba en una entrevista publicada en octubre pasado. Su primera medida como gerente fue una reconversión que supuso el despido del 30% de la plantilla del Consorcio.

Fernández Mato se define como una persona muy pragmática. Algunos de sus empleados creen que es puntual, reservado y algo distante. Su trayectoria profesional es vertiginosa. Hace tres años dirigió el Instituto Gallego de la Vivienda y el Suelo, después tomó la batuta como director general en la Empresa Nacional Mercados Centrales y Abastecimientos (Mercasa) y en Red Áreas Parque.

En febrero de 1993 llegó como jefe de relaciones laborales al Servicio Regional de Salud de la Comunidad de Madrid. Cinco meses después, dio el salto al Consorcio, organismo que atraviesa una profunda crisis desde hace años.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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