Mujeres con muchos novios
El inesperado éxito del bloque electoral femenino lo sitúa en el fíel de la balanza parlamentaria
., A las Mujeres de Rusia les han salido muchos novios después del 12 de diciembre. Ellas, sin embargo, no están dispuestas a entregar incondicionalmente su mano a ninguno de los pretendientes, y mucho menos, a servirles el café gratis.
Así resume Liudmila Zavádskaia, una jurista de 44 años, la situación en la que está el bloque electoral que, inesperadamente, va camino de situarse en el quinto lugar entre los favoritos y convertirse en un fiel de la ajustada correlación de fuerzas entre reformistas y conservadores en la Asamblea Federal (Parlamento).
En los recuentos hasta ayer por la tarde, Mujeres de Rusia había logrado un 8,2% de los votos emitidos para los partidos y bloques que se distribuirán 225 escaños de la Duma Estatal (la Cámara baja formada por 450 escaños). Ni ellas mismas habían esperado un éxito así, confiesa Zavádskaia. Pero ahora, cuando de repente se ven frente a tal responsabilidad, su primera preocupación es "mantener firmemente" su propio rostro político, y no dispersase "entre diferentes grupos".
Zavádskaia, que dirige una sección del Instituto de Estado y Derecho de la Academia de Ciencias, ocupa el quinto puesto en la lista electoral de Mujeres de Rusia. A la cabeza, está Alevtina Fedulova, una ex funcionaria del Partido Comunista de la Unión Soviética que, en tiempos de Leonid Breznev, trabajó en la dirección del Koinsomol (las juventudes comunistas) y de la organización infantil de los pioneros. Tras ella, está Yekaterina Lájova, una enérgica ex dirigente de la estructura de Sanidad de la provincia de SverdIovsk, a quien Yeltsin nombró asesora en temas de la mujer y de la familia.
Las profesionales unidas en la lista de Mujeres de Rusia difieren entre sí por su orientación política, pero tienen unas cuantas ideas en común sobre las que han cerrado filas. "Apoyaremos las reformas orientadas hacia el mercado, pero la reforma no debe sepultarnos bajo sus ruinas señala Zavádskaia. "Buscaremos la combinación óptima entre la reforma y la defensa de los intereses sociales", afirma. Zavádskaia no excluye la cooperación en temas concretos con todos los que estén de acuerdo con estas ideas. "Las mujeres de Rusia deben ocupar su puesto, que será un puesto centrista. Pensamos de forma global, pero queremos actuar de forma local".
Frenar el extremismo
El precio de la reforma económica no puede ser el empobrecimiento de la mitad de la población" señala Zavádskaia, para quien "la perspectiva de que las reformas económicas puedan hacer estallar toda la sociedad es bien concreta, como demuestran los resulta dos de las urnas, y no algo lejano y nebuloso". Zavádskaia es partidaria de encontrar un mecanismo para frenar el "extremismo y radicalismo" y desaprueba el programa del nacionalista radical Vladímir Zhirinovski. Pero cree que "hay que aprender de la capacidad de trabajar con los electores" que ha demostrado Zhirinovski.
El programa de las Mujeres de Rusia ocupa menos de tres páginas y consiste en afirmaciones bastante generales. "Vamos a hacer las cuentas como amas de casa, tenemos una lógica de amas de casa, pero en política esto no es superfluo", afirma la jurista, que ha preparado su tesis doctoral sobre la relación entre la ley y el poder. A las Mujeres de Rusia las han votado también hombres, en una proporción de más de un 40%, a juzgar por las firmas reunidas.
Mujeres de Rusia ha podido realizar su campaña gracias a los restos del antiguo Comité de la Mujer Soviética, que está organizado en 87 de los 89 territorios rusos y cuenta todavía con millones de activistas.
Zavádskaia cree que la mujer rusa está discriminada socialmente y también por ley. La legislación soviética que impedía a las mujeres trabajar por la noche o desempeñar algunas profesiones especialmente duras se convierte hoy en una discriminación en condiciones de economía de mercado, señala. El aborto es libre en Rusia y "no se pone en cuestión, pero en tomo a él existen muchos problemas sociales y no hay una política de planificación y control de la natalidad apropiada", señala Zavádskaia.
"Todos han venido a cortejarnos, pero no consideramos el tratamiento de cortesía como propuestas de negocios", precisa. Vienen como en los viejos tiempos, diciéndonos: "¡Oh!, chicas, vamos a trabajar juntos. Y nosotras les decimos: ustedes perdonen, pero las chicas tienen su propio punto de vista".
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