Curro Vázquez anuncia su retirada

La próxima temporada será la última para Curro Vázquez, de 41 años, que acaba de anunciar que se retirará al término de la misma: "Mi máxima ilusión cuando empecé era llegar a matador de toros y permanecer como tal durante 25 años, cifra que se cumple en 1994. Al haber conseguido este mi principal objetivo, lo mejor es dejarlo, porque después me iba a faltar ilusión, y sin ella es una tontería hacer el paseíllo". El torero afirma que también influyen las presiones de la familia y el deseo de descansar junto a ella dedicándole el tiempo que hasta ahora no pudo.No obstante, Manuel Vázquez Ruano, su nombre real, es consciente de que se marcha de la fiesta sin haber realizado todos sus sueños: "Por eso digo lo del principal objetivo, porque hubo otros que no logré, como la faena perfecta, que siempre es una utopía. Pero me voy orgulloso de hasta donde llegué y con la conciencia muy tranquila". En esa tranquilidad entra su orgullo por no haber traicionado nunca la línea de toreo artístico que le caracterizó: "Quizá algunas tardes hubiera cortado más orejas de haberme tirado de rodillas y con otros tremendismos por el estilo, pero es que yo tenía que torear siempre como me salía de dentro, intentando el toreo de calidad, el de mis maestros preferidos, Rafael Ortega, Antoñete, Ordóñez y Camino; no sabía hacer otra cosa".

Con esta misma honestidad anuncia que la de 1994 no será una campaña especial, "excepto en mi interior", y que no piensa aprovecharse de su adiós para actuar más tardes que su promedio en anteriores temporadas, de 20 a 30.

Torero de Madrid

Vázquez, nacido en Linares, sí que presume de haber sido torero de Madrid: "Es un orgullo, porque significa ser el favorito de la plaza más difícil y entendida del mundo, aunque eso me perjudicó en otros lugares, donde me miraban y juzgaban en plan despectivo por esta cuestión, como si fuera un crimen en lugar de una medalla". Se niega a apuntar cuáles son estos lugares, pero admite que en Sevilla toreó muy poco: "Sólo en tres ferias de abril, quizá influyera negativamente lo de Madrid".En la capital de España alcanzó la gloria, pero también la tragedia, pues sufrió las dos cornadas más importantes de su carrera y las que más le frenaron: una en su alternativa de Vista Alegre, en 1969, y otra en Las Ventas en 1983, "en la que creí que se acababa todo". Según él, estos percances no le quitaron el valor: "Eso son frases tópicas, seguí siendo el mismo, ya que hace falta muchísimo valor para el tipo de toreo clásico y como mandan los cánones que yo hacía". Por último, se refiere a su futuro, que adelanta. que será al margen de la fiesta: "He sido lo más grande, matador de toros, y no me veo en otras facetas taurinas, aunque sí actuaré en algunos festivales muy elegidos; el resto del tiempo lo pasaré con mi familia, que ya está bien haber faltado 25 años".