"Venceremos a los asesinos de la paz"
GEORGINA HIGUERAS Simón Peres asegura en su reciente libro Oriente Medio, año cero, del que EL PAíS publicará el domingo un capítulo, que el acuerdo árabe-israelí firmado en Oslo el 20 de agosto, día de su 70º cumpleaños, fue un regalo "único e inesperado". Fue primer ministro entre 1984 y 1988; ahora sólo es el jefe de la diplomacia, pero le ha tocado negociar un proceso de paz que casi se ha convertido en su razón de vivir. Ayer el ministro de Exteriores arrastraba su alma de poeta por las callejuelas del Albaicín granadino por las que se escapó antes de regresar a Israel.
Pregunta. ¿Le trajo al líder palestino algún mensaje especial del jefe de su Gobierno?
Respuesta. El mensaje que di a Yasir Arafat no era algo personal de Isaac Rabin, era del Gobierno israelí y se lo di durante las conversaciones que mantuvimos por la mañana.
P. ¿Cuál era?
R. He tratado de explicarle a Arafat una imagen cruda de la realidad. Hay un proverbio chino que me gusta mucho y que dice que si quieres aprender a pintar, empieza a hacerlo en el invierno y no en la primavera, porque tienes demasiadas flores y colores y es muy difícil captarlos pero en el invierno los árboles están desnudos. Le he dado al presidente de la OLP una verdad de invierno y me ha respondido con otra. Eso es bueno porque ahora los dos conocemos la naturaleza de los árboles sin la decoración de las hojas.
P. ¿Comenzará la retirada el 13 de diciembre?
R. El 13 de diciembre es sólo el inicio de la retirada, lo importante es que ésta tiene que concluirse el 30 de abril. Estamos intentando cumplir con la fecha de diciembre pero atravesamos una situación sin precedentes y tenemos que usar instrumentos y mentalidad de ayer para construir un futuro nuevo, lo que es difícil.
P. Pero, ¿habrá retraso?
R. Nos enfrentamos a muchas dificultades y no tiene sentido el retrasarlas porque no ganaremos nada con ello. Tal vez lo mejor sería que tomáramos en este mismo instante la decisión más dura, si la tomáramos saldríamos adelante. Estoy convencido de que tenemos una enorme capacidad para sobreponernos a los problemas.
P. Parece optimista.
R. Vine con una buena disposición y me voy contento. Creo que todo el mundo está esperando que hagamos lo que debemos hacer. Es cierto que hay gentes que quieren matar el proceso de paz, pero son sólo unos pocos. Pero venceremos a los asesinos de la paz.
P. ¿Por qué tituló su libro Oriente Medio, año cero?
R. Yo lo llamé El Nuevo Oriente Medio.
P. Pues en español no es así.
R. Bueno, lo importante es el contenido. En realidad el libro es simplemente un mensaje que yo quería dar a palestinos, israelíes y a toda la comunidad mediterránea. No es un mensaje de satisfacción sino de advertencia para que corrijamos los errores cometidos antes de que sea demasiado tarde.
P. ¿Y ha sido bien recibido?
R. En Israel salió hace una semana y ayer estaba en las listas de los más vendidos. Ya ha sido traducido a 15 lenguas pero particularmente me satisface la traducción al árabe. La fuerza del mensaje que contiene no es porque sea mío, sino porque representa una nueva era a la que nadie puede escapar y quien escape pagará un alto precio.
Ése es el auténtico mensaje: que si nosotros no hemos cambiado, el mundo sí.
P. ¿Lo escribió mientras negociaba con la OLP en Noruega?
R. No, lo comencé varios meses antes de las conversaciones de Oslo, pero ninguna editorial se mostró interesada. Después de Oslo, algunas consideraron que quizá había algo interesante dentro. Y el sueño se convirtió en realidad.
P. ¿Está satisfecho?
R. Estoy muy contento porque sentía necesidad de que la gente escuchara este mensaje y porque creo que el único camino para evitar la guerra es evitar la miseria. Tenemos que economizar nuestra política en lugar de politizar nuestras economías.
P. ¿Qué opina de que el presidente israelí declarase el sábado que su Gobierno es demasiado estrecho para poner en práctica el acuerdo de paz?
R. La respuesta es muy sencilla. Es mejor tener un Gobierno estrecho con paz que un Gobierno amplio sin paz.
P. ¿Significa que la paz sólo la pueden hacer unos pocos?
R. No, si alguien quiere unirse a nuestra plataforma, de acuerdo. Pero no estoy seguro de ello. No creo que quieran aceptar las cosas como están y estoy convencido de que nosotros no debemos cambiar nuestra plataforma. No vamos a sacrificar la paz por la seguridad de un Gobierno más amplio.
P. En su libro habla de las difíciles relaciones entre su predecesor David Levy con su primer ministro Isaac Shamir, ambos miembros del conservador Likud. ¿Es cierto que los mismos males le aquejan a usted con Rabin?
R. No, no. La diferencia está en que Rabin y yo no luchamos por el poder. Los dos pensamos que tenemos un gran objetivo y una tarea enorme ante nosotros que debemos cumplir juntos, porque por separado no seremos capaces.
P. Pero la comunicación entre ustedes no anda muy bien estos días.
R. No, los periodistas están cansados de vemos trabajar juntos y piensan que ha llegado el momento de escuchar una buena frase que haga una gran noticia, pero no se la vamos a dar.
P. ¿Qué espera después de Granada?
R. He pasado aquí 11 horas muy intensas y muy satisfactorias. La ciudad tiene una belleza inusual y la gente es muy acogedora. De vuelta a Israel me esperan unos días duros.
P. ¿Qué papel juega España en todo esto?
R. El proceso de paz comenzó en Madrid, ha continuado en Granada y espero que finalice en Toledo.
P. EL PAÍS ha publicado una fotografía en que se ve a dos colonos disparando contra los palestinos ante la indiferencia de los soldados.
R. Serán llevados a juicio. No vamos a permitir a nadie que se salte la ley sea colono o no. Israel es un país democrático y en la democracia hay que respetar la ley totalmente.
P. ¿Afirma que esos colonos serán juzgados?
R. Sí.
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