La economía francesa registra una progresión mínima que no frena el paro

La economía francesa crece lentamente. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (INSEE) para el tercer trimestre hablan de una progresión del PIB del 0,2%, idéntica a la del segundo trimestre. La noticia, esperanzadora, confirma el alejamiento de los índices negativos, pero se trata de un auge tan leve que no ha servido para frenar el paro (12% de la población activa).

En cualquier caso, si se toman los datos de hace un año, puede decirse que la economía francesa ha crecido, en el transcurso de los últimos doce meses, un modesto porcentaje: exactamente el 1%.Buena parte de los resultados económicos se sostiene en el crecimiento registrado en el consumo familiar, que en este tercer trimestre ha alcanzado un porcentaje del 0,7%, y a lo largo del año un 3%. El superávit de la balanza comercial también explica el crecimiento, ya que desde hace ya varios meses el saldo mensual es positivo en varios miles de millones de francos.

Globalmente, las exportaciones francesas crecen más deprisa que las importaciones a pesar de la revaluación progresiva experimentada por el franco respecto al marco.

Ese 1% del Producto Interior Bruto y el 3% de incremento en el consumo familiar no han significado que la producción y las inversiones crezcan, sino tan sólo que el consumo se ha limitado a absorber parte de los stocks acumulados.

No son, por lo tanto, cifras que justifiquen optimismo alguno. Al mismo tiempo que los resultados económicos del trimestre, también se daba a conocer un sondeo sobre lo que piensan los ciudadanos de la política económica del actual Gobierno.

Un 65% de los franceses cree que el equipo del primer ministro, Éduard Balladur, debería cambiar la orientación seguida hasta ahora y buscar cómo volver a poner en marcha el aparato productivo del país y crear empleo. Para ese 65% de encuestados, el paro es con diferencia el principal problema y preocupación.

Sólo un 23% de la opinión pública francesa considera que se está siguiendo el buen camino en la lucha contra la recesión económica y que perseverando en él se podrá superar la crisis. El pesimismo también se expresa en un 50% de ciudadanos convencidos de que el paro aún aumentará en los próximos meses.

Construcción

La reciente publicación de los resultados del último ejercicio en el sector de la construcción vienen a justificar el pesimismo mencionado: " 1993 ha sido el año más negro para el sector en los últimos 50 años". La Federación de la Construcción anuncia para el año 1994 la pérdida de 30.000 puestos de trabajo -55.000 en el año 1993- y una disminución de su actividad del orden del 1,5% -un 4,6% en 1993-. En el próximo ejercicio se construirán 265.000 nuevas viviendas, es decir, 15.000 más que en el año que ahora acabamos. Debido al inevitable ajuste de precios, el volumen de negocio del sector se reducirá en un 15,4%.