Un hombre se cuela en los calabozos de Archena y mata de tres disparos al homicida de su padre

Quince años tardó Antonio Fernández Cortés en vengar la muerte de su padre. Ayer por la mañana, armado con un revólver que ocultaba en su ropa, penetró en las dependencias del Ayuntamiento de Archena (Murcia). Buscó el calabozo donde estaba retenido Juan José Santiago Santiago y, sin mediar palabra, empezó a dispararle. Tres tiros acabaron con la vida de la víctima, que ingresó cadáver en el Hospital General. El suceso se produjo minutos después de las ocho de la mañana, nada más abrir sus puertas el edificio administrativo del Ayuntamiento.

Junto a los funcionarios que se incorporaban a su trabajo y los vecinos que se acudían al Ayuntamiento a resolver asuntos administrativos, penetraron en el recinto tres hombres de etnia gitana. Dos de ellos se quedaron en el hall, mientras el tercero, Antonio Fernández, de 33 años, buscaba los calabozos. Allí, en una de las dos habitaciones destinadas a este fin, localizó a Juan José Santiago, de 52 años, que había sido detenido la noche anterior después de amenazar con una escopeta a "un tal Manuel", tío del presunto autor de los disparos. Antonio Fernández esgrimió un revólver, calibre 38, sin marca ni numeración, y realizó dos disparos seguidos.El policía que estaba de servicio en la puerta, al oír las detonaciones, acudió apresuradamente. Llegó a tiempo de ver cómo Antonio Fernández disparaba un tercer tiro, con el que remató al detenido. El agente sacó su arma y conminó al homicida a que dejara la pistola en el suelo; éste obedeció sin oponer resistencia. Acto seguido eran detenidos en el hall sus dos acompañantes. Fueron identificados como un hermano del autor de los disparos, de nombre Francisco y de 32 años, y un primo de ambos, Miguel Fernández, de 29. Iban desarmados.

En el municipio, de 13.000 habitantes, se organizó el lógico alboroto. La Delegación del Gobierno en Murcia, cuya titular es Concepción Sáez Laín, dio rápidamente su versión. El homicida se escondió en los lavabos esperando el momento apropiado para acceder a los calabozos. Lo consiguió cuando el policía que los custodiaba abandonó la zona en busca del agua que le había pedido el detenido.

El alcalde de Archena, Elías Peñalver, ha negado que las dependencias municipales estuvieran desprotegidas: "Esto no es una cárcel. Había dos policías. Uno fue a aparcar el coche, el otro se quedó dentro del Ayuntamiento vigilando. Aquí entran cada día decenas de personas y siempre es posible que se cuele una y se meta en el despacho del alcalde, o en el del secretario, o que vaya a los calabozos". El detenido estaba a la espera de que la Guardia Civil lo trasladara a la Comandancia de Murcia, para ser interrogado tras la denuncia por amenazas presentada contra él.

Peñalver explicó que las dependencias de los calabozos son dos celdas con rejas y que el agresor efectuó los disparos desde la puerta. El agente encargado de su vigilancia realizó su trabajo de forma "valiente", según el alcalde, quien relató: "Cuando oyó los disparos, se dirigió a los calabozos y vio a una persona con un arma en la mano. El agente le apuntó con su pistola y le ordenó que tirase el revólver al suelo. 'Esto no va con la policia le contestó el homicida antes de entregar su arma".

Historias de venganzas

Al alcalde no le cabe duda de que el móvil del asesinato es un capítulo más de una historia de venganzas entre dos familias de etnia gitana. Juan José Santiago, nacido en la localidad murciana de Mula pero con residencia habitual en Albatana (Albacete), había llegado a Archena el lunes por la tarde en una furgoneta. Fue al domicilio de los Fernández y preguntó si estaba "el tío Manuel" o "algún hombre de la casa", porque los quería matar. La Policía Municipal, alertada, encontró en su vehículo una escopeta, cuya licencia está a nombre de su hijo, y 35 cartuchos. Fue detenido por amenazas y trasladado al retén carcelario, donde pasó la noche.

Pero los Fernández de Archena también tenían cuentas pendientes con él. Porque hace 15 años, según informó el alcalde, Santiago Santiago mató en una disputa a uno de los patriarcas de los Fernández. Concretamente al padre del detenido ayer como presunto autor de los disparos.