Una rusa se convierte en la primera víctima femenina extranjera del integrismo en Argelia
La ciudadana rusa Larisa ToInya es una nueva víctima de la violencia integrista en Argelia. La mujer resultó mortalmente herida como consecuencia de un disparo efectuado en la cabeza por un desconocido mientras compraba en un mercado cercano al popular barrio de Kuba, a unos dos kilómetros del centro de Argel. Éste es el tercer atentado que se produce en Argelia contra un ciuda dano extranjero desde que el pasado día 1 venció el ultimátum dado por los integristas a los extranjeros. El empresario español Manuel López Bailén fue asesinado el jueves en una carretera de montaña.
Larisa ToInya, ama de casa, fue rápidamente internada en el hospital militar de Ain Naaya, tras haber sido alcanzada por un disparo mientras hacía la compra en un mercado de Argel. La mujer formaba parte de una amplia y prestigiosa comunidad internacional integrada por mujeres de la antigua Unión Soviética que en los años setenta y ochenta contrajeron matrimonio con jóvenes argelinos desplazados a la URSS para ampliar estudios en virtud de los tratados de cooperación y amistad que unen a los dos países.Larisa estaba casada desde hacía una década con un ciudadano argelino. Ama de casa, era madre de tres criaturas y desde hace varios años residía en la capital, tras haberlo hecho con anterioridad en Bruselas, donde estuvo destinado su esposo.
Pocas horas después del atentado contra la ciudadana rusa y cuando apenas las delegaciones extranjeras habían salido del estupor, un grupo de desconocidos disparaba una ráfaga de arma automática contra un autobús destinado al transporte de militares rusos empleados en la base aérea de Reghaia, situada a unos 35 kilómetros al sur de Argel.
El tiroteo no produjo víctimas, pero inevitablemente recordó un suceso similar acaecido el pasado mes de octubre, en un barrio militar de Laghuat, donde fueron asesinados dos tenientes coroneles del Ejército ruso, profesores de la escuela de aviación argelina.
Un salto cualitativo
El asesinato de Larisa ToInya significa un salto cualitativo de la lucha integrista contra la comunidad internacional, ya que por primera vez desde que se iniciaron hace dos meses y medio los ataques a extranjeros se atenta contra una mujer.Este asesinato se produjo cuando apenas se habían cumplido 24 horas de otro atentado, el perpetrado contra el ciudadano italiano Agnello Cataldo, de 43 años de edad, responsable de la empresa mixta Italger, destinada al tratamiento y comercializa.ción del coral.Cataldo fue herido en la cara y en el tórax por los disparos de un desconocido cuando se disponía a salir de su casa y dirigirse a su puesto de trabajo.El atentado contra Cataldo así como el asesinato del ciudadano español Manuel López Bailén, de 50 años de edad, perpetrado el pasado jueves en una carretera nacional cuando se dirigía desde Orán a Annaba por una zona montañosa, fue atribuido en un primer momento, según las autoridades argelinas, a la delincuencia común. Sin embargo, en una nota remitida ayer a la Embajada de España en Argel, la policía atribuye el atentado contra el comerciante español a un grupo terrorista islámico y asegura que el móvil del ataque fue político.En el caso del italiano fue su propia embajada quien informó sobre los supuestos antecedentes penales de Cataldo y los turbios negocios del coral en los que se encuentra implicado.
Rendirse a la evidencia
Antes de que las autoridades reconocieran la motivación políticas de los ataque a extranjeros, la propia opinión pública se rindió ayer a la evidencia de los ataques integristas y los vinculó al ultimátum dado por el Grupo Islámico Armado (GIA) hace más de un mes, y que fue entregado a la diplomática francesa Michele Thevenot cuando fue puesta en libertad después de haber sufrido un secuestro de cinco días junto a otros dos empleados del consulado en Argel, entre ellos su marido. Sin embargo, varias fuentes diplomáticas coinciden en aventurar la hipótesis de que los autores materiales de los atentados no son forzosamente militantes del GIA.En su opinión, el mensaje del GIA habría sido asumido de forma espontánea por un sector minoritario de la población argelina dispuesto a seguir de manera autónoma las consignas más radicales e irresponsables de los últimos años. El mensaje del GIA pone en peligro la situación de cerca de 75.000 extranjeros, algunos de los cuales hace largos años que viven en el país.Al menos 1.700 argelinos han muerto desde la suspensión de las elecciones generales en enero de 1992 en atentados que Argel atribuye a la guerrilla integrista.
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